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03 de mayo de 2024

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por la consellera de la Presidéncia, Laura Vilagrà (d) y del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró (i), se dirigen hacia la reunión semanal del Govern el martes 3 de mayo

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, acompañado por la consellera de la Presidencia y el vicepresidente del GovernEFE

Cataluña

La justicia francesa no deja que se hable catalán en los plenos porque se cuestiona la «primacía» del francés

El Tribunal Administrativo de Montpelier amula el reglamento de varios ayuntamientos que permitían el uso del catalán en los plenos

“La primacía de la lengua francesa se pone en cuestión por el reglamento interno cuando prevé que la expresión de los consejeros municipales tiene lugar primero en catalán con una traducción posterior al francés". Con este argumento el Tribunal Administrativo de Montpellier considera inconstitucionales, y por lo tanto los anula, los reglamentos de varios ayuntamientos del sur de Francia que contemplaban que en los plenos municipales se pudiera intervenir en catalán siempre y cuando se tradujera la intervención posteriormente al francés.
Ahora los ayuntamientos de Elna, Amélie-les-Bains, Port-Vendres, Tarerach y Saint André deberán modificar estos reglamentos en un plazo de tres meses. De esta forma, la justicia francesa da la razón al prefecto de los Pirineos Orientales, Rodrigue Furcy, y a la ponente pública, que dejaron claro que la Constitución establece que el francés es la lengua oficial y tiene que ser la prioritaria, por lo que la traducción de las intervenciones no es suficiente.

Una «bofetada»

A todo ello, los ayuntamientos afectados consideran que la decisión es una «bofetada» y ya han anunciado que la recurrirán al Tribunal de Apelación de Toulouse. Aun así, no se dan por rendidos, como lo demuestra el hecho de que el abogado que lleva el caso, Mateu Pons, haya asegurado que la sentencia abre la puerta de forma «implícita» a que se hable primero en francés y después traducirlo al catalán. Sin ir más lejos, el ayuntamiento de Port-Vendres, ha anunciado que reformará el reglamento en esta línea.
Sin embargo, los alcaldes de Amélie-les-Bains y Tarerac, han dejado claro que seguirán hablando catalán en los plenos y si hace falta, harán «los payasos», según la alcaldesa de Les Bains, Maria Costa, quien también ha avanzado que en el próximo pleno municipal hablarán en inglés. «No entendemos qué problema hay para el estado francés en que cinco personas hablen en catalán», decía Costa. Desde Tarerac, Jean-Louis Salies, se mostraba más desafiante porque tiene intención de seguir hablando en catalán y ha retado a que «envíen a un gendarme», si es que no les parece bien la decisión del ayuntamiento.

La posición de la Generalitat

La resolución de la justicia francesa tampoco ha gustado a la Generalitat. La Portavoz del Govern, Patricia Plaja, decía que «contraviene el espíritu europeísta de respeto a la pluralidad». Y ha vuelto a trasladar el apoyo de la Generalitat a los ayuntamientos afectados que han decidido recurrir la decisión judicial. Hay que recordar, como ya ha publicado El Debate, que el Govern no ha escatimado recursos para promocionar el catalán más allá de Cataluña. En los últimos 20 años ha destinado 34 millones de euros
El ayuntamiento de Elna fue el primero que aprobó el cambio en el reglamento, hace un año. Se decidió dar este paso después de que el tercer teniente de alcalde, Pere Manzanares, se expresara, por primera vez en catalán durante un pleno, y toda la oposición se levantó y se marchó de la sala de plenos en protesta por esta acción. Unos meses después, se aprobó el cambio en el reglamento con el voto en contra de los cinco concejales de la oposición.
Entonces, Garcia defendía que «el catalán es nuestra lengua, la de nuestros antepasados, pero antes de dar ese paso nos asesoramos jurídicamente». En cambio, el concejal Gilles Gin, de la oposición, decía que se trata de una iniciativa impulsada por “los separatistas» y dejaba claro que “hay que evitar que la lengua se convierta en un instrumento de 'apartheid' entre los que la hablan y los que no la hablan; entre los que son catalanes y los que no lo son».
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