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03 de mayo de 2024

La afición española apoyando a Fernando Alonso durante un Gran Premio de Fórmula 1

La afición española apoyando a Fernando Alonso durante un Gran Premio de Fórmula 1

Cataluña

Los hosteleros del Vallés Oriental piden esfuerzos para mantener la F1 en Cataluña para evitar una «hecatombe»

La Generalitat dice que hará «todo lo posible» para que se celebre en el circuito de Montmeló

«Quien juega con fuego acaba quemándose». Así se ha referido un hostelero del Vallés Oriental, la comarca en la que se encuentra el circuito de Montmeló, a la posibilidad de que el gran premio de F1 deje de celebrarse en Cataluña. De momento, el Gran Premio de España está garantizado en el Circuit hasta 2026. Desde Madrid aseguran que están en la fase final las negociaciones podría acoger una prueba de Fórmula 1. Y está por ver si sería compatible que dos carreras se celebraran en España.
Según ha explicado este hostelero a El Debate, no se ha puesto la suficiente energía en intentar retener el Gran Premio. Es más, asegura, «en ocasiones se ha ninguneado», y al final, «ha pasado lo que tenía que pasar. Que estamos con el ay, en el corazón. Y es muy importante para la zona un acontecimiento así, y en todos los sentidos».
El problema no ha sido tanto la Generalitat, que con más o menos entusiasmo ha intentado alargar el contrato. De hecho, el año pasado el gobierno catalán anunció una aportación de 30 millones de euros para impulsar el plan estratégico del circuito hasta 2024, con ese objetivo, de que la Fórmula 1 siguiera vinculada a Montmeló.
Pero los comunes, sí cargaban contra esta competición. La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, decía que la prioridad era «los derechos fundamentales y la democracia». Y su segundo, Gerardo Pisarello, también dejó claro que ésta, invertir en el Circuit, «no era una prioridad».
Son los mismos comunes que ahora piden que se esté «atento» y se vele para que el Vallés no pierda «capacidad económica» ni puestos de trabajo si el Gran Premio de Fórmula 1 se va. Así lo aseguraba en una entrevista a la agencia ACN, Jéssica Albiach, líder de los comunes en el Parlament.

En juego, 2.700 puestos de trabajo

Y mientras tanto, desde el gobierno catalán dejan claro que harán «todo lo posible» para mantener la F1 en Cataluña, más allá de 2026. Y es que hay mucho en juego, para la economía de la comarca, pero también para el propio circuito. Y es que sólo una carrera de ese tipo justifica que el Circuit tenga pérdidas de unos 21 millones de euros y que la Generalitat haya aportado en los últimos años, para salir al rescate, unos 75 millones. Eso, y que también están en juego 2.700 puestos de trabajo.
Por este motivo, la portavoz del ejecutivo, Patricia Plaja, decía que «haremos lo posible para alargar esta relación. No tenemos conocimiento de que haya voluntad de cambio. Lo que sí es una realidad es lo firmado y acordado, que la F1, como mínimo hasta 2026, no se mueve de aquí, de Cataluña».
Plaja, que, por cierto, aprovechaba para lanzar un dardo a la comunidad de Madrid. Defendía que Cataluña dispone de iniciativas empresariales, culturales y deportivas propias y añadía: «estaría bien que otros territorios, Madrid, por ejemplo, tuviera proyectos propios y no se fijara sólo en lo que hacemos aquí».

Evitar la hecatombe

Y los hoteles y restaurantes de la zona avisan que sería «una hecatombe» si finalmente el Gran Premio de Fórmula 1 se traslada a Madrid después del 2026. Lo dice el presidente del Gremio de Hostelería, David Vázquez, a la ACN: «hay hoteles que podrían tener pérdidas de más del 60% si la Fórmula 1 se va». Muchos alojamientos viven de estas competiciones en el circuito, sobre todo la F1 y el Gran Premio de Motociclismo. Y las estancias y el consumo van más allá de los fines de semana en que se celebran las pruebas.
Los hoteleros creen que buena parte de los ciudadanos y de los responsables políticos no son conscientes de lo que hay en juego desde el punto de vista económico de la comarca. De hecho, el año pasado la organización de la competición cifró en 160 millones de euros el impacto directo del fin de semana de las pruebas. Y a eso hay que añadir otros gastos en las semanas y días previos, tanto de los propios equipos como de los aficionados que acuden al Circuit.
El presidente del Gremio cree que si la prueba se acaba yendo a Madrid será porque «la mayoría de políticos no han creído en el potencial del Circuit de Cataluña, ni han buscado la forma de hacerlo más atractivo».
Se han perdido oportunidades, asegura, para que la visita a Montmeló sea una experiencia, pero nadie ha querido apostar por ello. Y apunta directamente a la presidencia y a la dirección del circuito, es decir, el consejero de Empresa, Roger Torrent y Josep Lluís Santamaría. David Vázquez creen que no han movido ni un solo dedo, que no han tenido la oportunidad de sentarse con ellos para que desde el sector económico se diera un impulso a la infraestructura. También los hoteleros lamentan la falta de implicación de otros municipios cercanos, como Parets o Granollers.
Y no ve demasiadas posibilidades de que el Gran Premio pueda continuar en Cataluña: «ojalá haya margen para rectificar, pero viendo la gestión de los últimos daños y el desconocimiento de todo lo que representa, dudo mucho de que la competición se quede aquí».

Más implicación

Desde la vertiente más política, el PP catalán considera que sería una mala noticia que la F1 se fuera de Cataluña. Una decisión, que en caso de concretarse, la diputada popular Lorena Roldán, lo atribuye a la «inestabilidad política y a la inseguridad jurídica constante» que ha hecho que Cataluña «pierda interés y atractivo», gracias a la «pésima gestión de la Generalitat». Por eso confía en el que el Govern tome medidas para que la F1 se quede en Montmeló.
Y PP y Junts piden también más implicación al Ayuntamiento de Barcelona. La concejal de Junts, Joana Ortega, ve imprescindible que el alcalde de la capital catalana trabaje para que el Gran Premio se celebre en Cataluña «por lo que significa deportivamente, pero también por el impacto económico en las industrias auxiliares».
Y el líder del PP en el consistorio barcelonés, Daniel Sirera, aún ve el vaso medio lleno, porque quedan dos años para poder mantener la competición: «no será fácil, pero para ello necesitamos unir lo público y lo privado, como ha demostrado Madrid al presentar un proyecto ganador». Y, en este sentido, ha recordado la escasa participación e implicación del Ayuntamiento de Barcelona en el circuito con Ada Colau como alcaldesa.
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