¿Quién es Juli Fernández, el diputado de las uñas pintadas que entró de rebote al Parlament?

Entre las imágenes que dejó ayer la sesión de constitución del Parlament de Cataluña –de la barretina de Silvia Orriols a la camiseta «antifascista» de Mar Besses– hubo una que llamó la atención a más de un espectador. Al acercarse al centro del hemiciclo a votar, el exconseller y diputado de ERC Juli Fernández dejó ver unas uñas vistosamente pintadas de amarillo.

Y no era solo el color, apropiado por el independentismo en lazos y camisetas: la reivindicación estética de Fernández se completaba este lunes con una «W» pintada en las uñas, en referencia al ausente Ruben Wagensberg, diputado de ERC fugitivo en Suiza que votó telemáticamente gracias a encontrarse, oficialmente, de baja laboral.

El propio Fernández –que fue elegido secretario segundo de la Mesa del Parlament– confirmó el motivo de la letra mayúscula en un mensaje publicado en X: «Wagensberg siempre está, aunque esté en el exilio. Hoy y siempre», escribió.

Las uñas pintadas de Fernández no son una novedad en la política catalana: el ex alcalde de Sabadell, ex delegado de la Generalitat en Barcelona y ex conseller de Territorio se ha destacado siempre por lucir estilismos con un punto de atrevimiento. «Los hombres son muy aburridos vistiendo», confesaba en una entrevista de 2023 a la periodista Gemma Nierga.

Toda la vida en política

Farmacéutico de formación, Fernández empezó a militar en política a través de las juventudes de ERC, y con 30 años se convirtió en director general de Juventud de la Generalitat. Desde ahí ha ido encadenando puestos públicos, como los citados en el párrafo anterior.

A partir de este lunes es también diputado en el Parlament, gracias a la renuncia de Pere Aragonès a su escaño tras el batacazo electoral de su partido en las elecciones que él mismo convocó: Fernández, número 21 en la lista de ERC, se encontró de repente ocupando un asiento en el hemiciclo.

Las uñas amarillas este lunes, no obstante, fueron una excepción: en la citada entrevista con Nierga aseguró que poco a poco había ido abandonando esta costumbre, para que su look no eclipsara su labor política, dijo. «Lo hago menos para evitar que el foco sean mis manos y no lo que hago, pero eso no quiere decir que ya no me las pinte», añadió: sigue coloreándoselas en vacaciones.