
Un agente de los Mossos d'Esquadra, en una imagen de archivo
Sucesos
El sofisticado método de una banda de ladrones de joyas para desvalijar cajas fuertes por toda Cataluña
Hay cinco detenidos, acusados de 17 robos durante el año pasado
Los Mossos d’Esquadra desarticularon el pasado 26 de enero el principal grupo criminal dedicado a robar cajas fuertes en joyerías e inmobiliarias de Cataluña. Según un comunicado enviado por el cuerpo este jueves, se detuvieron a cinco personas a las que se atribuyen 17 robos con fuerza por valor de 700.000 euros durante el último año.
En concreto, en la operación participaron más de 120 policías, entre Mossos y agentes de la Policía Nacional, y se practicaron cinco entradas, tanto en Cataluña –en Granollers, Parets del Vallès, Sant Andreu de la Barca– como en Madrid –en Leganés y Parla–. Se intervinieron 160.000 euros, siete vehículos, un equipo completo de oxicorte y un inhibidor de frecuencias.
Una técnica depurada
Los detenidos acumulaban más de 150 detenciones entre todos, la mayoría por hechos similares. Su modus operandi era muy sofisticado, y planeaban con mucha antelación cada golpe. Según detallan los Mossos, uno de los líderes del grupo escogía el próximo objetivo, y entre 15 y 30 días antes del robo visitaban el establecimiento para comprobar las alarmas, cámaras y demás elementos de seguridad.
El día del atraco, entraban cambiando el bombín de la puerta principal o a través de una puerta secundaria y hacían saltar la alarma para atraer a la policía. Ocultos cerca del establecimiento, observaban a los agentes –a veces incluso habían manipulado las luces de la calle para reducir la visibilidad– hasta que estos se marchaban, momento que aprovechaban para entrar de nuevo e inhabilitar las alarmas y destruir las cámaras.Una vez dentro, los ladrones abrían la caja fuerte mediante una técnica «muy específica y efectiva, y muy poco utilizada en este tipo de delitos», señala la policía catalana: el oxicorte, un proceso empleada por los soldadores que utiliza una mezcla de oxígeno y combustible para derretir el material a cortar.
«Según la complejidad de la operación podían estar trabajando durante más de cinco horas», destacan los Mossos. Acabado el corte, los criminales se llevaban el dinero y joyas que hubiera en su interior y lo pasaban a otro miembro del grupo, encargado de blanquear el botín.
El grupo actuó en las poblaciones de Barcelona, Badalona, Tarragona, Palamós, Cambrils, Rubí, Esplugues de Llobregat, Platja d’Aro y Sant Antoni de Calonge. Los Mossos no descartan más elecciones.