Joan Soteras, sentado junto al presidente del FC Barcelona, Joan Laporta

Joan Soteras, sentado junto al presidente del FC Barcelona, Joan LaportaFederación Catalana de Fútbol

Tribunales

El presidente de la Federación Catalana de Fútbol maniobra a la desesperada para evitar su inhabilitación

El nerviosismo se instala en la cúpula de la entidad por la inminente conclusión del 'caso Soteras'

El nerviosismo se está instalando en la Federación Catalana de Fútbol (FCF) ante las conclusiones finales y la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre el ‘caso Soteras’. Fuentes cercanas al entorno de Joan Soteras han reconocido una actividad frenética durante el fin de semana para manipular de la manera que sea la inminente sentencia.

Su agitación nace de las evidencias de la trama de presunta corrupción que Soteras y su equipo, liderado por José Miguel Calle, diseñaron para ganar las pasadas elecciones del 13 de febrero de 2023 y que han finalizado con el allanamiento de la Generalitat de Cataluña, a favor del candidato Juanjo Isern, así como la Sentencia del Juzgado número 7 de Barcelona que ha certificado que Soteras cometió una clara inelegibilidad y que por tanto nunca debería haber ganado las elecciones.

A parte de todo esto, un hecho crucial ha sido la denuncia del Secretario General de la FCF, Oriol Camacho, que ha reconocido en sede judicial que fue presionado, bajo amenaza de despido, a que realizara actas de la Junta electoral manipuladas para que Joan Soteras se pudiera quedar en el cargo ejerciendo a la vez de presidente y candidato durante más de la mitad del periodo que dio el Tribunal Catalán del Deporte para repetir las elecciones

Todo esto es concluyente y deja en evidencia la inelegibilidad de Soteras, así como que nunca debió ser nombrado ganador de las elecciones y que toda su candidatura debería haber quedado excluida del acto de votaciones. Además, en el allanamiento de la Generalitat se solicitaba la inhabilitación a perpetuidad de toda su candidatura.

¿Nuevas elecciones?

El equipo de Soteras, que ha decidido actuar para desvirtuar la inmediata sentencia del TSJC, está valorando llevar a cabo una acción a la desesperada: realizar un nuevo proceso electoral, en un claro fraude de ley, repitiendo el mismo sistema con el que ganaron las elecciones de 2023. De producirse, esto le permitiría volver a utilizar el mecanismo presuntamente corrupto, que ya utilizó Calle, para volver a manipular unas elecciones con carácter de urgencia.

El problema principal radica en la valoración de una parte de la Junta Directiva actual, que considera que Soteras está absolutamente desacreditado. Tendrá el dudoso honor de pasar a la historia como el único presidente de la FCF denunciado por corrupción en Cataluña. No va a ser fácil, en tan corto periodo de tiempo, buscar un consenso sobre quién podría ser el candidato a esas posibles elecciones evidentemente ante un fraude de ley.

Unas nuevas elecciones que, con toda seguridad, presuntamente podrían ser denunciadas ante el TSJC por su claro intento de manipulación judicial. De producirse lo que acabamos de decir, este hecho dejaría claramente en evidencia a un Joan Soteras que hace escasamente dos meses garantizó que acabaría el mandato. Ahora, teniendo en cuenta la inminente sentencia, no tendrá otra opción que salir por la puerta de atrás, dejando la imagen más deteriorada que jamás dejó un titular del cargo.

La pasada semana empezaron los movimientos del equipo de Soteras y de su abogada, María Barbancho. Durante los próximos días vamos a ir viendo los movimientos que intentarán dejar sin valor la sentencia que dicte el TSJC. Todo un esperpento que no hace más que perjudicar la imagen del fútbol catalán.

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