
El ministro Félix Bolaños saluda al presidente catalán, Salvador Illa, en el Palau de la Generalitat
Economía
Un receptor del SMI en Cataluña pagará un 24,4 % más de IPRF que un madrileño y un 33,73 % que un valenciano
La derrota no es igual para todos los perceptores del SMI y en unas regiones se van a ver más perjudicados que en otras
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, acusa constantemente a la Comunidad de Madrid de dumping fiscal por aplicar un tipo en el tramo autonómico del IPRF mucho más bajo que Cataluña.
El hecho es que tal dumping no existe, dado que el porcentaje que aplican ambas comunidades está dentro del margen normativo que el Gobierno permite a las CC.AA. Además, la gran paradoja es que la capacidad normativa a las comunidades para aplicar tipos distintos en el tramo autonómico de IRPF fue una concesión a Jordi Pujol que, en su día, realizaron primero Felipe González y luego José María Aznar a cambio de su apoyo para investirlos en 1993 y 1996.
Ahora, más de tres décadas después, los nacionalistas y la izquierda, entonces defensores de la descentralización, defienden la recentralización, al comprobar que les perjudica debido a que las comunidades gobernadas por la derecha aplican tipos más bajos.
La polémica sobre si el nuevo incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) debe pagar impuesto de la renta o no se ha saldado con una victoria de la vicepresidente y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y una derrota de los perceptores del SMI, aunque la derrota no es igual para todos y en unas regiones se van a ver más perjudicados que en otras.
Cataluña, Madrid, Valencia
En concreto serán 300.100 los catalanes que cobran el SMI los que experimentarán menos incremento en su retribución, dado que se les aplicará una retención de 357,4 euros frente a los 287,1 de los 387.300 madrileños que perciben mensualmente el SMI.
Esta diferencia de 70,3 euros entre catalanes y madrileños, un 24,49 %, no es la más alta. Si bien Cataluña es la comunidad española que aplica un retención más elevada a las rentas más bajas, Madrid es sólo la segunda que aplica el tipo más favorable a los trabajadores con salarios más modestos, siendo la Comunidad Valenciana la que más cuida a las capas de la sociedad menos favorecidas.

Vista panorámica de Valencia desde la playa de la Malvarrosa
La diferencia entre Cataluña y la Comunidad Valenciana es de 94,7 euros tras la aplicación del tipo del IRPF acordado por el gobierno Sánchez. Si bien a los 306.100 valencianos receptores del SMI les pignorarán 280,7 euros de su incremento, en el caso de un catalán pierde casi 100 euros más, un 33,73 %.
La valenciana y la madrileña son las comunidades más benévolas en presión fiscal para las rentas bajas, ambas del PP. Las dos con mayor presión fiscal para las rentas más modestas son socialistas: Cataluña y Asturias. A pesar de que el Principado de Asturias ocupe la segunda posición, un trabajador que cobre el SMI en Asturias, tras el pago del IRPF ganará 26,9 euros más que en Cataluña, un 7,78 %.
Un total de 2,4 millones de españoles perciben el SMI, que para este 2025 se ha situado en 16.576 euros anuales. El problema es que el incremento de este año se ha visto mermado porque al superar los 15.947 euros, según la actual legislación, las personas sin hijos deben tributar por dicho ingreso.
La aplicación del IRPF al SMI es una medida que afecta, en consecuencia, en gran medida a los jóvenes, dado que estos aún no tienen descendencia. También han alzado su voz en contra de la aplicación del IRPF a estos sueldos bajos los centros especiales de trabajo que dan empleo a miles de discapacitados en España y que habitualmente reciben sueldos modestos. El incremento de coste que supone para las empresas dificultará aún más el ya de por si complejo proceso de incorporación al mercado laboral de las personas con minusvalías.