La Bisbal d'Empordà instalará cámaras para combatir los robos de los últimos meses

En los últimos meses, los robos se han disparado en el centro de la Bisbal d’Empordà (Gerona). Por este motivo, el Ayuntamiento instalará ocho cámaras de videovigilancia, para poner freno a esta situación. El consistorio, gobernado por el PSC, pidió permiso hace un año a la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de la Generalitat, y ahora, este ente ha dado su visto bueno.

Estos dispositivos «grabarán caras» para luchar contra los robos, de ahí que necesitaran ese aval para su instalación. Desde el Ayuntamiento dicen que esperan que tenga un efecto «disuasorio», mientras que los vecinos lamentan que solo se coloca en el centro de la población, cuando en otros puntos también se han registrado robos.

En cualquier caso, el concejal de Seguridad, Xavier Dilmé, asegura que la instalación de estas cámaras está «plenamente justificada», porque el objetivo es que sirvan para identificar a los autores de un robo en un comercio o en una vivienda de la ciudad. Y en caso de ser así, se podrían aportar como prueba de cargo contra el responsable y también puede ayudar a los Mossos a identificarlo.

Para Dilmé, puede ser «un elemento importante de seguridad y disuasorio», porque los responsables municipales aseguran que tienen completamente identificados a los autores, que formarían parte de un grupo que se dedica a cometer robos en diferentes lugares.

El problema, según el concejal, es que la multirreincidencia no está castigada, y por este motivo pide a la Fiscalía que «actúe», para que estos delincuentes puedan entrar en prisión preventiva por riesgo de reiteración delictiva. De hecho, ha puesto el ejemplo de una persona que no entró en la cárcel hasta que no acumuló 53 antecedentes policiales.

Pero para los vecinos la instalación de las cámaras no es suficiente, al menos, solo en el centro. Es el caso de Montse, quien, en declaraciones a la ACN, ha explicado que desde hace unas semanas, su pareja y ella han decidido no salir a la vez, para que el inmueble está siempre vigilado. Y es que a ellas ya les han entrado en robar. Por este emotivo, han tenido que tapiar la puerta lateral por la que accedieron los ladrones a la vivienda. Pero también han instalado alarmas.

Ellas viven en la calle del Pedró, y, sin embargo, no es uno de los lugares escogidos para instalar las cámaras de seguridad. Y es lo que piden. Que se puedan poner allí donde «hay problemas». Dejan claro que «estamos hartos y no entendemos por qué no ponen más dispositivos en todas partes», dice Montse.