
Jordi Sabaté Pons, enfermo de ELA
Cataluña
La degradación de Barcelona: intentan robar a Jordi Sabaté las máquinas que le permiten vivir
Jordi Sabaté recuerda que vive en la capital catalana desde hace 41 años y le da «infinito asco en lo que se ha convertido mi querida Barcelona»
En Barcelona se registraron el año pasado 260 hurtos cada día. Y eso que las cifras reflejan una cierta mejora. El Ayuntamiento y la Generalitat sacan pecho por la reducción de este tipo de delitos, pero hay situaciones que han provocado la indignación de los barceloneses. Y es que Jordi Sabaté Pons, enfermo de ELA y uno de los activistas más conocidas en defensa de los derechos de los afectados, ha denunciado que hace unos días un carterista le intentó robar sus máquinas de soporte vital.
En su cuenta de X, Sabaté ha querido lanzar un mensaje a los delincuentes: «yo no tengo nada de valor en mi carro. Solo tengo máquinas de soporte vital. Lo digo, porque hace una hora me habéis intentado robar. Y si me robáis, dejaré de respirar». Todo ocurrió al bajar de un taxi en el centro de Barcelona. Según explica, fue un transeúnte el que les alertó de las intenciones del ladrón.
Jordi Sabaté recuerda que vive en la capital catalana desde hace 41 años y «me da infinito asco en lo que se ha convertido mi querida Barcelona». Y el padre de Jordi también ha mostrado su indignación en redes. Dice que «hay que encontrar al autor y juzgarlo por intento de asesinato».
Desde su cuenta de X, Sabaté, que cuenta con casi 125.000 seguidores, hace una defensa cerrada del derecho a la vida de los enfermos de ELA y sobre todo, «del derecho a una vida digna». Y desde sus redes sociales no deja de pedir a los políticos y a las administraciones ayudas para los enfermos, y que se dota a la ley ELA de recursos económicos.
Ha denunciado que está «muy cansado de tener que buscarme la vida para encontrar, formar, gestionar, contratar y pagar a personal sanitario que me mantenga con vida. Mi capricho de querer seguir viviendo cuesta más de 10.000 € al mes, que si no fuera por la ayuda económica de cinco familiares míos, yo ya me hubiera visto obligado a morir hace mucho tiempo, por tener como única opción el derecho a morir con la eutanasia o la sedación».
Pero Sabaté deja claro que no se va a rendir, y su cuenta de X es toda una declaración de intenciones: «amo la vida». En ella deja claro que «hasta mi último suspiro de vida o hasta que se encuentre la cura de la ELA, juro por mi madre en paz descanse, que jamás dejaré de luchar contra la ELA. Luchar es vivir, vivir es luchar. ¡VIVA LA SANTA VIDA!».