Salvador Illa, durante su visita al High Energy Photon Source de Pekín, el sábadoGeneralitat de Cataluña

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Illa abandona Cataluña una semana entera para anunciar clases de catalán en China y una ‘embajada’ en Pekín

El presidente catalán atraviesa el ecuador de su viaje oficial con pocos anuncios de calado

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha pasado el ecuador de su viaje oficial a China, que arrancó el pasado viernes con el objetivo de «consolidar a Cataluña como un socio estratégico del país asiático a nivel económico y político», según destacaban en un comunicado.

Illa sigue así la línea marcada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha viajado hasta tres veces al gigante asiático en los últimos años, y de destacados dirigentes socialistas como el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, cercano a los intereses del gobierno chino de Xi Jinping. «No se puede entender el mundo de hoy sin tener en cuenta lo que hace China», ha defendido Illa.

Como sea, cuando suba al avión rumbo a Barcelona-El Prat el próximo 1 de agosto, Illa habrá pasado ocho días fuera de Cataluña, acompañado de una nutrida expedición. El Debate ha preguntado a la Generalitat por el número exacto de personas que han viajado con Illa, pero desde el gobierno catalán se limitan a decir que «la comitiva que viaja con el presidente son el consejero de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch, y el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper».

Sin embargo, en otro comunicado el Govern reconoce que Illa estará acompañado «puntualmente» por altos cargos de la Generalitat y representantes de empresas catalanas, aunque evitan contabilizar cuántos son. Fuentes de Vox adelantan a El Debate que están preparando una batería de preguntas para fiscalizar el viaje a China y conocer este dato, entre otros.

Illa, durante su visita a la Fundación Samaranch en PekínGeneralitat de Cataluña

A falta de una cifra total, sí han trascendido algunos de estos nombres. En la comitiva, por ejemplo, están el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Josep Santacreu; el presidente del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, o la directora del Sincrotrón Alba, Caterina Biscari. También ha acompañado a Illa el chef del restaurante Disfrutar Eduard Xatruch o la embajadora de España en China, Marta Betanzos.

Pocos anuncios concretos

Los primeros cinco días han ido dejando un reguero de anuncios por parte de Illa, aunque muchos son algo difusos o poco concretos. Tal vez el más destacable sea la confirmación de que la Generalitat abrirá en Pekín la que será su 22ª delegación –las oficinas conocidas popularmente como «embajadas catalanas»–, con el objetivo de que Cataluña adquiera «un rango más potente» en sus relaciones con China. Actualmente, el gobierno catalán ya tiene en el país tres oficinas de ACCIÓ, en Pekín, Shanghái y Hong Kong, y una de la Agencia Catalana de Turismo.

Otro tanto concreto que se quiso anotar Illa fue el anuncio de que a partir del segundo semestre del curso 2025-2026 la Beijing Foreign Studies University volverá a acoger cursos de catalán –lo hizo entre 2015 y 2019–, gracias a un convenio con el Instituto Ramon Llull. El líder del PSC destacó al explicarlo que será el único lugar de China donde se enseñe catalán a nivel universitario, gracias a un convenio «muy relevante, que ayuda a la evolución de la cultura y la lengua catalana».

Además, el viaje del líder catalán también sirvió para firmar otros convenios. El más relevante tal vez sea entre el Sincrotrón ALBA de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y el High Energy Photon Source de Pekín, para compartir tecnología e intercambiar personal. En esta línea, también se firmó un acuerdo de «cooperación estratégica» con la Fundación Samaranch para promover el intercambio cultural y deportivo entre China y Cataluña.

Políticos y empresas

El resto de la agenda, Illa lo ha dedicado a encontrarse con mandatarios de distintos niveles del Partido Comunista de China, y con varias empresas como la operadora de telecomunicaciones China UniCom, la firma automovilística Chery –que recientemente viene impulsando en España el renacer de la marca Ebro– o la fabricante de baterías de vehículos eléctricos ICL-Dynasonics.

En el capítulo de empresas, no obstante, la plácida agenda de Illa en China tuvo un momento de tensión al reunirse con representantes de Huawei, empresa receptora de un contrato millonario del Gobierno de Pedro Sánchez pero que está en el ojo del huracán porque tanto la Unión Europea como Estados Unidos señalan los riesgos de ciberseguridad que puede implicar.

Illa quiso quitar hierro al asunto asegurando que fue un mero encuentro «de cortesía» para agradecerles su apoyo al Mobile World Congress de Barcelona desde hace más de dos décadas. El presidente autonómico también se reunió con empresarios catalanes en China y con las delegaciones en el país de marcas catalanas como Damm o Roca.