El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con el vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional de China, Wu Weihua

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con el vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional china, Wu WeihuaEuropa Press

Cataluña

Illa pone Cataluña al servicio de los intereses de Sánchez y Zapatero en China, con visita a Huawei incluida

Defiende el presidente de la Generalitat que hay que diversificar las inversiones tras las tensiones arancelarias con EE.UU.

Hace algo más de tres meses que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a China. Se trataba de su tercer viaje al gigante asiático en menos de dos años. Y, ahora, quien le sigue los pasos es el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien ha defendido su apuesta por este país para conseguir la diversificación de inversiones como motor para equilibrar las relaciones comerciales con China.

Y todo ello, en medio de la guerra arancelaria con Estados Unidos. Para Salvador Illa, la receta a partir de ahora es diversificar mercados y para ello está llevando a cabo una hoja de ruta que pasa por Asia. De hecho, recientemente viajó a Japón y a Corea del Sur. Y de lo que se trata ahora, apunta, es de conocer «de primera mano» un país clave en el panorama internacional para bien o para mal.

Para ello se ha reunido con responsables políticos, entre ellos con el Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de China. Se trata de la sección del partido encargada de la diplomacia y las relaciones internacionales y, junto al Ministerio de Asuntos Exteriores chino, es el principal órgano de la política internacional del país.

Visita a Huawei

Pero a Illa le ha faltado diplomacia y le han llovido las críticas por esa reunión que tuvo con responsables de Huawei, una empresa señalada por la Unión Europea y Estados Unidos por riesgos de ciberseguridad. Pero a pesar de estas advertencias, el presidente de la Generalitat estuvo allí, aunque tuvo que hacer contorsionismo para intentar justificar la visita.

Aseguró que se trataba de un encuentro «institucional y de cortesía», con el que quiso agradecer a la compañía su participación y su apoyo al Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona. Y, por si acaso, rechazó cualquier insinuación de que la reunión facilite el espionaje chino. De hecho, condenó «todo tipo de espionaje» y aseguró que su visita se enmarca en una estrategia alineada con las políticas de España y la UE hacia China.

«No se puede entender el mundo de hoy sin tener en cuenta lo que hace China», afirmó, destacando que su objetivo es reequilibrar las relaciones comerciales, dado que Cataluña importa productos chinos por valor de 15.000 millones de euros, mientras que sus exportaciones al país asiático apenas alcanzan los 1.800 millones.

Evitó, eso sí, dar detalles sobre posibles acuerdos o contratos, en medio de la polémica por la adjudicación de un contrato millonario del Gobierno español a Huawei para almacenar escuchas telefónicas judiciales. Este hecho ha levantado alertas tanto en la UE como en EE. UU., que acusan a la empresa de posibles vínculos con el gobierno chino y riesgos de espionaje.

Nueva 'embajada'

El viaje, que se extenderá hasta el 1 de agosto e incluye paradas en Hefei, Wuhu y Shanghái, también ha servido para anunciar la apertura de la primera delegación de la Generalitat en China, un paso que Illa considera clave para fortalecer la presencia catalana en Asia. Y eso que Cataluña ya está bien representada en el país asiático, puesto que cuenta con tres oficinas de ACCIÓ, que es la agencia que se encarga de la competitividad, y una oficina de turismo.

Además, el presidente ha mantenido encuentros con altos cargos del Partido Comunista Chino, como Yin Li, secretario del partido en Pekín, y Wu Weihua, vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional, así como con empresas como Chery, que, recordemos, ha escogido España y concretamente Barcelona como su puerta de entrada en Europa. Y es que es en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca donde se ensamblan sus vehículos.

Lo que no cabe duda es que este viaje, que se produce tras tres visitas del presidente Pedro Sánchez a China en los últimos años, y con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero allanando siempre le camino, evidencia el interés de los socialistas por fortalecer vínculos con el país asiático en un contexto de tensiones comerciales globales, como la guerra arancelaria impulsada por Donald Trump.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas