Pedro Sánchez y María Jesús Montero, sonriendo al final del Pleno
Cataluña
¿A quién engaña Sánchez con el aeropuerto de Barcelona? A Junts, a Illa, a Podemos... o a todos
Podemos asegura que ha conseguido paralizar la ampliación, mientras que la Generalitat dice que nada cambia
¿Está en riesgo la ampliación del aeropuerto de El Prat? ¿Ha vuelto a engañar Pedro Sánchez, a Junts, a Salvador Illa o a Podemos? Son preguntas que surgen después de que se haya aprobado el proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, que ha salido adelante gracias a la abstención de Podemos. Y todo ello después de que la formación morada haya con el Gobierno retrasar las inversiones para la ampliación del aeropuerto de Barcelona.
Lo cierto es que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, sacaba pecho porque había conseguido «paralizar» las obras hasta al menos 2031. Pero el Gobierno y la Generalitat insisten en que «no cambia absolutamente nada» en los planes. Y Junts asegura que ella cuerdo no tiene validez y que los plazos no cambian, entre otras cosas porque las cosas de los catalanes las deciden los catalanes, en palabras de la líder de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras.
El acuerdo con Podemos, negociado in extremis con el Ministerio de Transportes, excluye la ampliación del Prat del plan DORA III, que es la hoja de ruta de Aena hasta 2031, y refuerza las exigencias medioambientales, como la elaboración de un plan de gestión de zonas húmedas en el Delta del Llobregat y medidas compensatorias por las 25 hectáreas afectadas por el alargamiento de la pista. «Hemos logrado aplazar las obras de ampliación de El Prat al menos hasta 2031», ha proclamado Podemos en sus redes, que lo ha presentado como una victoria contra la «turistificación» y la crisis climática.
Sin embargo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguraba poco después que «el acuerdo da más transparencia a la ampliación del Prat, pero no altera plazos ni calendarios. Se hará con todas las garantías medioambientales, como exige Europa, pero el proyecto sigue intacto».
La Generalitat, por su parte, se ha alineado con esta versión y ha dejado claro que la declaración de interés público aprobada en junio, e impulsada por el gobierno de Salvador Illa, pone en marcha todo el proceso, que culminará con una inversión de 3.200 millones de euros en nuevas terminales, conexiones subterráneas y, finalmente, el alargamiento de 500 metros de la tercera pista.
Desde Junts rechazan también el triunfalismo de Podemos y aseguran que la amenaza de paralizar la ampliación del aeropuerto de Barcelona choca de plano con las necesidades económicas de Cataluña. Una ampliación que considera inexcusable, para poder competir de tú a tú con Barajas y atraer más vuelos internacionales, de largo alcance, especialmente desde Asia.
El diputado del PP en el Congreso, Nacho Martín Blanco, ha asegurado que «si no fuera porque España está en manos de esta gente que aspira a destruirla, el espectáculo sería entretenido. Los socios de Sánchez discutiendo porque a cada uno le ha prometido cosas diferentes e incompatibles entre sí. Lo de este gobierno es una inmensa tomadura de pelo».
Desde el ámbito empresarial, Lluís Moreno, presidente de la comisión para la ampliación del aeropuerto de Foment del Treball, ha dejado claro que la ampliación no va solo de alargar la pista, porque, al final y al cabo, solo son 200 millones de los más de 3.000 previstos, sino que incluye «una nueva terminal satélite, ampliar las terminales actuales, otras mejoras en la T2 y medidas medioambientales en el Delta del Llobregat».
Y, en cualquier caso, ha dejado claro que la ampliación de la pista se va a llevar a cabo, aunque sea lo último que se haga, porque «si no, Aena no podrá hacer nada de lo otro, porque es lo que garantizará el retorno de toda la inversión»
Moren o interpreta que lo que se ha pactado «es hacer las cosas bien hechas, con tiempo para información pública y sin atajos. Es más garantista, y eso es positivo». Y también ha recordado que la anterior ampliación, el llamado Plan Barcelona, se desarrolló en 12 años, por lo que cree que el proyecto actual será largo y podría llegar hasta el 2037.