Efectivos de los agentes rurales de los Mossos d'Esquadra en una de las zonas restringidas
La Generalitat de Cataluña sacrificará 30.000 cerdos sanos tras pactarlo con los ganaderos de la zona
La presión sobre las granjas ha ido en aumento en los últimos días ante la imposibilidad de dar salida a los animales
La Generalitat de Cataluña ha llegado a un acuerdo con los ganaderos para sacrificar a 30.000 cerdos sanos que se encuentran en explotaciones situadas dentro del perímetro de vigilancia del foco de peste porcina africana. Estos animales, al estar en buen estado de salud y ser aptos para el consumo, irán al matadero y se destinarán exclusivamente al mercado interno.
La decisión se adoptó en el transcurso de una reunión de carácter urgente celebrada este viernes entre responsables del Ejecutivo catalán y representantes del sector porcino. Según ha detallado la Asociación de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC) a Europa Press, en el encuentro participaron el conseller de Presidencia, Albert Dalmau; el titular de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig; y la consellera de Investigación y Universidades, Núria Montserrat.
Francesc Salvà, secretario general de Asaja, ha confirmado que ya se ha localizado un matadero al que se comenzará a trasladar los animales en los próximos días. En sus palabras, esta medida debería contribuir a «tranquilizar al sector», visiblemente inquieto por el impacto de las restricciones sanitarias tras la detección del brote.
Salvà ha insistido en que los cerdos que serán sacrificados están completamente sanos y cumplen con los requisitos para ser destinados al consumo humano.
Esta actuación responde a una de las principales peticiones que el sector había formulado recientemente. De hecho, la central de contratación Mercolleida ya había solicitado el jueves la necesidad urgente de sacrificar de forma controlada a los animales no afectados por el virus, como vía para evitar el colapso de las granjas situadas dentro del área afectada por las restricciones de movimiento.
Cabe recordar que la peste porcina africana es una enfermedad vírica altamente contagiosa entre los cerdos, aunque inofensiva para el ser humano. Su detección obliga a la adopción de medidas de contención que incluyen, entre otras, el establecimiento de perímetros de protección y vigilancia, así como la restricción de movimientos de animales vivos dentro de las zonas delimitadas.
El acuerdo alcanzado por el Govern busca mitigar las consecuencias económicas que esta situación está generando en el sector porcino catalán, uno de los más relevantes del Estado. La presión sobre las granjas ha ido en aumento en los últimos días ante la imposibilidad de dar salida a los animales, lo que ha hecho saltar las alarmas entre ganaderos y organizaciones agrarias.
Con este paso, la Generalitat pretende desbloquear la situación y evitar que se agraven los perjuicios sobre una industria clave para el tejido agroalimentario de la comunidad autónoma. La medida será aplicada en coordinación con las autoridades sanitarias competentes, garantizando que se cumplan estrictamente los protocolos establecidos para preservar tanto la seguridad alimentaria como el control de la enfermedad.
La colaboración entre la administración y el sector afectado será, según han subrayado fuentes de JARC, esencial para asegurar que el proceso se desarrolle con eficacia y que no se vea comprometida la imagen del producto porcino catalán, ni en los mercados internos ni en los exteriores.