
Historias de Barcelona
La estación de tren que marcaba la frontera entre Barcelona y Gracia cuando era un pueblo independiente
Provença: De Frontera Municipal a Nudo de Comunicaciones en Barcelona
naugurada en agosto de 1882, la estación de Provença nació como un apeadero estratégico en la línea de tren de Sarrià, en un momento en que la Vila de Gràcia aún era un municipio independiente. Ubicada en la intersección de las calles Provença y Balmes, la parada surgió para atender el creciente tráfico de pasajeros entre Barcelona y sus municipios vecinos, en un contexto de expansión urbana en el Eixample. Inicialmente, el trayecto ferroviario contaba con solo cuatro paradas: Plaça Catalunya, Gràcia, Sant Gervasi y Sarrià.
Del soterramiento a su consolidación como estación clave
Casi 50 años después, en 1929, la estación de Provença dio un giro fundamental con su soterramiento. Este cambio permitió conectar los Ferrocarriles de Sarrià con los Ferrocarriles de Catalunya, que enlazaban Barcelona con el Vallès, consolidando así su papel en la red metropolitana. En 1969, la estación dio otro gran salto con la construcción de un vestíbulo subterráneo bajo la intersección de Balmes y Rosselló, además de un pasillo que la conectaba con la estación Diagonal del metro, facilitando la intermodalidad con las líneas L3 y L5.
Modernización y ampliaciones hasta la actualidad
Durante la década de 1990, Provença experimentó una primera renovación con la ampliación de su vestíbulo en la calle Provença. En 2010, tras tres años de obras, se inauguró una ampliación que mejoró los accesos y las conexiones con el metro. El último cambio significativo llegó en 2019, cuando se amplió el andén en dirección a Sarrià y se habilitó un nuevo acceso desde el vestíbulo. Actualmente, la estación de Provença es una pieza clave en la movilidad barcelonesa, con más de tres millones de pasajeros anuales.