
Una visitante pasa por delante de la obra 'Según Piero della Francesca', en la exposición del Palau Martorell
Cultura
Botero, el pintor de lo voluptuoso fascinado por España: «Fue un país que le marcó profundamente»
El Palau Martorell de Barcelona acoge a partir de este viernes una gran retrospectiva sobre la obra del artista colombiano
Decía el artista colombiano Fernando Botero que un estilo es el mayor legado que un pintor puede dejar para la posteridad, porque condensa en sí todas las influencias y obsesiones de un creador. Tal vez por eso se dedicó incansablemente a pulir el suyo, dando como resultado una estética propia, en buena medida icónica, marcada por su fascinación por el volumen, lo voluptuoso y lo irónico.
Un estilo que ahora aterriza en el Palau Martorell de Barcelona con la mayor retrospectiva hecha en España sobre la obra del colombiano. Se trata de la exposición Fernando Botero: Un maestro universal, que contiene más de 110 piezas del artista y que aterriza en la capital catalana tras haber pasado por el Palacio Bonaparte de Roma, donde cosechó un «éxito inesperado», según ha destacado Iole Siena, CEO de Arthemisia, en la presentación de la muestra este jueves.

Una joven imita el cuadro 'El baño', en la muestra sobre Botero de Barcelona
La exposición cuenta tanto con obras famosas, como la irreverente Baño del Vaticano o Bailarina en la barra, como con otras inéditas. Entre estas últimas, destacan Homenaje a Mantegna, un préstamo de una colección privada de Estados Unidos, o La Menina, según Velázquez, que siempre estuvo colgada en el estudio de Botero en París y que no lleva firma porque el artista consideró que en ella había más del maestro del Siglo de Oro que de él.
Conexión española
Esta última conexión es uno de los puntales de la exposición, según han destacado sus comisarias: Lina Botero –hija del artista– y Cristina Carrillo de Albornoz, quien ha señalado que en Roma el énfasis estuvo puesto en la influencia del Renacimiento italiano en la obra de Botero, pero que «aquí queremos destacar la influencia de España», de su referente Picasso y de los grandes maestros como Velázquez o Goya.
«De ellos aprendió el camino de la excelencia», señalaba Carrillo de Albornoz, y Lina Botero añadía que España «fue un país muy importante» para su padre, desde que llegó por primera vez: tenía 19 años y era un joven estudiante de arte con hambre de empaparse de la cultura europea. Desembarcó en Barcelona y allí vio su primera obra maestra, un Picasso, artista cuya «irreverencia» tomó como propia.

'Cristo crucificado', en la exposición sobre Botero en el Palau Martorell de Barcelona
De la capital catalana viajó a Madrid, y allí entendió que aprendería más en el Museo del Prado que en las aulas de la academia. «Su relación con España lo marcó profundamente y lo acompañó siempre a lo largo de su trayectoria artística», ha destacado Lina Botero, señalando también a modo de ejemplo la pasión de su padre por la tauromaquia y las diversas esculturas monumentales del colombiano repartidas por la geografía española.
Una panorámica de Botero
La exposición pretende ser una panorámica de las inquietudes de Botero, desde las diversas técnicas que exploró durante su larga trayectoria –hasta su muerte en septiembre de 2023 se mantuvo inquieto, tras haber probado con el óleo, la escultura, el pastel o la acuarela, entre otros– hasta las muchas temáticas, desde la nostalgia por la Colombia de su niñez al horror de la violencia o la fantasía del circo.
Para el cofundador del Palau Martorell José Félix Bentz, es una muestra que «corona» la «ilusión» de hacer de este palacio un espacio permanente de grandes exposiciones. También ha señalado que con esta retrospectiva han tenido que «hacer crecer» el palacio, rehabilitando y museizando el sótano, para albergar todas las obras.