El artista Andrea Mastrovito, junto a la propuesta ganadora para el Cordero que coronará la Sagrada Familia

El artista Andrea Mastrovito, junto a la propuesta ganadora para el Cordero que coronará la Sagrada FamiliaPep Daude / Arzobispado de Barcelona

Barcelona

La Sagrada Familia revela cómo será el Cordero de Dios que instalará a 170 metros de altura

El artista italiano Andrea Mastrovito ha concebido un Agnus Dei suspendido en el aire como cúlmen de la torre de Jesucristo

Cuando se termine la torre central, dedicada a Jesucristo —algo que ocurrirá, si todo va según lo previsto, este año—, la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona se convertirá en la iglesia más alta del mundo. Actualmente ostenta el récord la iglesia mayor de Ulm, conocida como Ulmer Münster, cuyo campanario alcanza los 161,53 metros de altura, que serán desbancados por los 172,5 del proyecto de Antoni Gaudí.

La torre de Jesús estará coronada por una monumental cruz de cuatro brazos revestida de vidrio y cerámica esmaltada. Una cruz que estará hueca y hará las veces de mirador, y en cuyo interior se instalará una escultura que representa al propio Cristo en forma de Cordero. Se trata, según destacan desde la Sagrada Familia, de «un elemento fundamental que el propio Antoni Gaudí describió en los planos de la Basílica».

Esta semana, la Casa de la Almoina –el centro de exposiciones del Museo Diocesano de Barcelona– ha inaugurado una muestra en la que se exhibe la propuesta ganadora de este cordero, obra del italiano Andrea Mastrovito, así como las cuatro finalistas, realizadas por el también transalpino Edoardo Tresoldi, el portugués David Oliveira y los españoles Gonzalo Borondo y Jordi Alcaraz.

Cordero de Dios

El Agnus Dei proyectado por Mastrovito —escogido, destacan desde la Sagrada Familia, «por la elegancia de la luz dorada y la transparencia luminosa de la figura del Cordero»— está realizado de vidrio vacío y recubierto de fragmentos de trencadís, y se encuentra suspendido en el interior de un hiperboloide iluminado con pan de oro y con citas del Evangelio.

En concreto, según fuentes de la basílica citadas por el diario Ara, para el artista multimedia italiano «el Cordero suspendido entre la tierra y el cielo simboliza la relación entre materia y energía, entre el Hijo y el Padre». Al incorporar la inscripción del Evangelio de Juan 1, 29 —«Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y exclamó: ‘¡Mirad al Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo!’»— Mastrovito «transforma su propuesta en una imagen de la Trinidad y del origen de toda realidad».

Otro elemento clave de la obra es su relación con la luz: la idea es que durante el día los rayos del sol jueguen con el cristal y los fragmentos de mosaico, y que por la noche el Cordero brille con una inscripción de fósforo activada por láseres.

La exposición en la Casa de la Almoina puede visitarse hasta el próximo 9 de junio. En ella se pueden ver tanto las maquetas de las cinco propuestas como otros materiales, como dibujos preparatorios de las mismas.

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