
Manifestantes piden el traslado de la Jefatura de Policía de Via Laietana LORENA SOPENA - EUROPA PRESS 15/4/2025
Unas 100 personas cortan Via Laietana de Barcelona para pedir el traslado de la Jefatura de Policía
La Associació Antic Gremi de Revenedors se adhiere a la campaña
Un centenar de personas se han concentrado este martes por la tarde frente a la Jefatura Superior de Policía de la Via Laietana de Barcelona para pedir el traslado de la comisaría, que el edifico sea reconvertido en su totalidad en un espacio de memoria de la represión y para recordar las torturas, vejaciones y maltratos ocurridos en él durante el franquismo y la transición.
La concentración se enmarca en una campaña de protestas impulsada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la Comissió de la Dignitat.
Una de las víctimas de estas torturas, Jordi Llobet Martí, ha explicado que su detención se produjo el 27 de febrero de 1984, cuando tenía 18 años, tras asistir a una protesta en la plaza Sant Jaume de Barcelona en contra de la prohibición del Gobierno a los productores para etiquetar sus productos alimentarios en catalán.
Tras una «merienda de etiqueta» en la plaza, a la altura de la fuente de Canaletes, en las Ramblas, unos policías le pidieron a dos de sus compañeros que se identificaran y los apartaron con violencia y, ante su insistencia por saber a dónde se los llevaban, lo registraron, detuviero y lo trasladaro junto a otro joven a Via Laietana 43.
«Había uno que me obliga a hablar en castellano y como yo no hablaba me iba dando tirones de pelo», ha explicado Llobret a preguntas de Europa Press, y ha añadido que el policía llegó a decir que se lo iba a cargar y que en el trayecto lo asfixió, apretándole el cuello con las manos.
Una vez en Via Laietana, le pidieron que entrara a un vestíbulo y, al equivocarse de puerta, sostiene que el policía lo agarró del pelo, lo llevó a un pasillo en el que había una quincena de detenidos con las manos en alto y las piernas abiertas, y que a él lo obligaron a colocarse en esa misma postura propinándole una patada.
«Me comí la octavilla»
Al registrar la mochila de Llobet, los policías encontraron una agenda, un libro de música y una octavilla que Llobet llevaba sobre la concentración a la que había asistido en la plaza Sant Jaume y, mediante tirones de pelo, le pidieron que la leyese en castellano.
«Yo me quedé mudo, no decía nada, y me dijo que o la leía en castellano o que me comiese la octavilla y me la comí... Me dio un puñetazo fuerte en la barriga, me agarró por el cuello contra la pared y me asusté porque fue mucho rato y me amenazó con que sacaría la porra y me pegaría, así que me comí la octavilla», recuerda.
Asegura que nunca supo el motivo de su detención ni los derechos que tenía y que, después de tres horas de pie con los brazos en alto y las piernas abiertas, lo dejaron en libertad «como si no hubiese pasado nada».
Explica que en aquel momento ya presentaron un escrito ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlament de Catalunya y que, ahora que la Fiscalía de Barcelona ha abierto diligencias penales para investigar torturas perpetradas por miembros de la llamada Brigada Político-Social en Barcelona a raíz de la denuncia de Blanca Serra, su caso también sería denunciable.
Nueva adhesión a la campaña
A esta campaña se ha adherido este martes la Associació Antic Gremi de Revenedors 1447 y su presidente, Francesc Sendil, ha manifestado que los motivos que los han llevado a tomar esta decisión son para dar apoyo a las víctimas y «mantener viva su memoria».
Ha añadido que la Jefatura Superior de Policía de Via Laietana es un símbolo del «colonialismo opresor», que nadie puede garantizar que las torturas no se repetirán, en sus palabras, y, por último, para reivindicar los espacios públicos que explican la historia de los catalanes.
Sendil considera que el hecho de que la comisaría permanezca en el centro de la ciudad o se destine solo una parte --y no en su totalidad, como piden las entidades memorialistas-- a un espacio de memoria supone «un escarnio público».
Respuesta al SUP
La abogada y cofundadora de la Comissió de la Dignitat, Pilar Rebaque, ha celebrado que la Fiscalía haya abierto diligencias para investigar las torturas y ha dado las gracias a Blanca Serra --presente en la concentración--, por interponer una denuncia en su nombre, en el de su hermana Eva Serra --ya fallecida-- y en el de todas las personas que fueron torturadas y maltratadas en Via Laietana.
También ha respondido al SUP, después de que el sindicato asegurara el lunes que defenderá la Jefatura Superior de Via Laietana «hasta las últimas consecuencias» y que no escatimará en medios y esfuerzos para preservar la continuidad y la mejora de las condiciones de los policías nacionales que prestan servicio en Catalunya.
En este sentido, Rebaque ha manifestado que la declaración del SUP podría haber sido firmada por «cualquier partido de extrema derecha» y que es lamentable, textualmente, que un sindicato policial ignore la Ley de Memoria Democrática y las torturas practicadas en este edificio durante el franquismo y con posterioridad.
El edificio, ha afirmado Rebaque, está manchado de «sangre y represión», y ha añadido que ignorar los crímenes cometidos no es defender ningún principio democrático y que la Ley de Memoria obliga a la reparación y a hacer memoria de los espacios significativos en los que se cometieron para que no se repitan nunca más.
Finalmente, los asistentes, entre los que también se encontraba el responsable del área de Gestión Jurídica y Seguridad de la ANC, Josep Cruanyes, han leído un listado con los nombres de los policías que presuntamente cometieron torturas en Via Laietana al grito de «torturadores» y han cantado el himno Els Segadors.