El presidente de ERC, Oriol Junqueras, en marzo

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, en marzoLorena Sopena / Europa Press

Política

Junqueras podría perder el control del grupo local de ERC en Barcelona este fin de semana

La candidatura oficialista y la de los críticos apenas están separadas por unas decenas de avales

Aunque fue por la mínima y en segunda vuelta, la victoria de Oriol Junqueras en el congreso nacional de ERC acalló momentáneamente el ruido de sables y la guerra interna que amenazaban con hundir definitivamente el partido. Cuatro meses después, la capa de maquillaje con la que se ha querido ocultar la fractura amenaza con desvanecerse, y este fin de semana los republicanos volverán a vivir una situación de tensión interna.

El escenario es la votación para elegir la nueva junta directiva de la Federación de ERC de Barcelona, la más numerosa del partido y que reúne a un millar de militantes. A la votación se presentarán dos listas: la oficialista y continuista está bautizada como Endavant Barcelona! y encabezada por Eva Baró, actual presidenta de la federación, mientras que la lista crítica tiene como líder a Creu Camacho, presidenta de ERC en el distrito de Eixample

La actual presidenta de la federación de ERC en Barcelona, Eva Baró

La actual presidenta de la federación de ERC en Barcelona, Eva BaróEuropa Press

Esta segunda lista, llamada Dignitat Republicana, cuenta con apoyos explícitos de republicanos pertenecientes a Nova Esquerra Nacional y Foc Nou, las dos candidaturas que se enfrentaron a la de Junqueras en diciembre. Baró ha presentado 302 avales mientras que Camacho, 263: el resultado, por tanto, es imprevisible y podría suponer para Junqueras perder el control de la mayor federación del partido.

La votación, telemática, tendrá lugar a lo largo de este sábado 26 de abril –el resultado se conocerá sobre las 20 horas–, y el domingo se celebrará el plenario del congreso.

Entrar en el gobierno del PSC

La disputa en las urnas se celebra también diez meses después de que se aplazase la votación sobre si ERC debía entrar o no al gobierno municipal de Barcelona, liderado por el socialista Jaume Collboni. En su momento se alegó «falta de aforo» en el Orfeó Martinenc, pero el motivo real es que el grupo municipal –encabezado por Elisenda Alamany, actual número dos de Junqueras– vio que la votación iba a perderse y decidieron ahorrarse el ridículo.

Alamany y los suyos ya habían cerrado un preacuerdo con el PSC unos días antes, que quedó en el aire. Ahora, Camacho o Baró tendrán que recuperar esta carpeta pendiente y ver qué hacer, e incluso si tiene sentido entrar al gobierno cuando quedan solamente dos años para los próximos comicios municipales, previstos para 2027.

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