La turismofobia y las pistolas de agua contra los visitantes vuelven a asomar la cabeza en Barcelona

La turismofobia no sólo se ha despertado en Italia o Portugal: de un tiempo a esta parte, Barcelona se ha sumado al rechazo a la gente que viene de fuera a visitar la ciudad. Hace unos días se celebró en la capital catalana un encuentro de turismófobos procedentes de varios países del sur de Europa a favor de estas ideas y en contra de todos aquellos que podemos tener o tenemos previsto visitar alguna población fuera de nuestra ciudad o pueblo.

Una de las plataformas que forman parte de esta turismofobia es la Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico. Ahí dentro encontramos a entidades como Ecologistas en Acción, Stop Cruceros Tarragona, la Red por la Justicia Climática, Zeroport y Stop Cruceros. Uno de sus miembros es Daniel Pardo, que opina que se debe reducir el tránsito de cruceros en Barcelona y Tarragona.

Los manifestantes que participaron en el encuentro se concentraron en la Casa Batlló, en el Paseo de Gracia, uno de los atractivos turísticos más importantes de Barcelona, obra de Antonio Gaudí. Evidentemente, la acción tuvo sus consecuencias policiales, y los Mossos d’Esquadra detuvieron a 24 manifestantes. En un mensaje en la red X se han quejado de la acción de los Mossos afirmando que «molesta mucho perturbar cinco minutos la actividad turística».

Durante la concentración, también atacaron a un autobús turístico con pistolas de agua. Un acto infantil que pretendía restringir la libertad de unas personas de visitar la Sagrada Familia de Gaudí y que recuerda a las protestas llevadas a cabo el pasado verano y que llamaron la atención, para mal, de la prensa de todo el mundo.

Gran protesta el 15 de junio

Este encuentro ha reunido en Barcelona a organizaciones de 15 zonas turísticas que han aprobado un manifiesto en el que, entre otras cuestiones, han anunciado la celebración de una gran protesta el 15 de junio. La manifestación se llevará a cabo en Barcelona, Bilbao, Canarias, Cantabria, Donostia, Ibiza, Iruñea, Génova, Lisboa, Mallorca, Milán, Nápoles, Palermo, Pirineos, Valencia y Venecia.

El encuentro ha concluido que es urgente poner límites al crecimiento turístico, reclamar un cambio de rumbo y «señalar la vía del decrecimiento turístico como salida». Asimismo consideran que es «una industria extractiva que empobrece a la gente, haciéndole imposible el acceso a una vivienda asequible y concentrando la economía y el trabajo tan injusto y explotador».

«Esta industria, además de perjudicar gravemente al medio ambiente, acapara territorio, comercio, servicios, infraestructuras, transporte público, subvenciones y privilegios del sector público. Algo que afecta especialmente a los colectivos más vulnerables», señalan.

Este martes por la tarde, además, realizaron una asamblea vecinal pero decidir acciones contundentes para colapsar las Líneas 24 y V19 de autobús, una macroparada de taxis y VTC’s que circulan por la carretera del Carmelo, y también parar los autocares turísticos y VTC’s que circulan en dirección al Park Güell. Es decir, movilizarse para que este centro turístico de Barcelona quede colapsado y no se pueda visitar.