
La parlamentaria marroquí Nabila Mounib
Una candidata presidencial de Marruecos exige más recursos para el barrio de Mataró donde creció Lamine Yamal
La única mujer candidata a la presidencia de Marruecos visita este barrio de Mataró con gran población magrebí, exigiendo mayor inversión para garantizar la convivencia
El barrio de Rocafonda, en Mataró, recibió esta semana una visita especial. Según informa el diario digital Capgròs, la parlamentaria marroquí Nabila Mounib se desplazó para conocer de cerca este territorio con alta presencia de residentes de origen magrebí.
En Comú Podem Mataró organizó el encuentro con quien es una figura singular en la política de su país: Mounib fue la única mujer en presentarse como aspirante presidencial en los últimos comicios marroquíes. Además de su actividad política, ejerce como profesora universitaria y se ha caracterizado por defender posturas progresistas dentro del reino alauita.
Los comunes justificaron la iniciativa argumentando que resulta esencial «construir puentes que fortalezcan la cohesión ciudadana y garanticen una convivencia real y fraternal», tal como recoge Capgròs.
Llamada urgente a las instituciones
Durante su recorrido por Rocafonda, la líder socialista marroquí no dudó en señalar las carencias que observó. «Hemos querido venir a conocer este barrio sabiendo de la concentración de población extranjera que hay aquí y del reto que supone poder vivir juntos resolviendo todos los problemas que se puedan generar», explicó a Capgròs.
Mounib fue contundente al reclamar mayor compromiso institucional: «Hay mucho por hacer desde las administraciones local, autonómica y estatal para abordar con más recursos los problemas de integración, educación, trabajo y vivienda».
La parlamentaria también alertó sobre posibles tensiones futuras, insistiendo en que «se debe trabajar para evitar cualquier tipo de confrontación y conflicto». Su fórmula para mantener la armonía pasa por seguir el modelo de la Asociación de Vecinos, donde «todo el mundo es responsable de remar junto en todos los ámbitos, desde el espacio público hasta los equipamientos deportivos, culturales y educativos».
«Vivimos en un mundo cada vez más globalizado donde todos somos extranjeros y debemos reencontrarnos, aceptarnos y convivir sin choques», reflexionó. Para Mounib, la comunidad marroquí debe participar activamente en «construir puentes para formar una sola comunidad y un solo barrio».