Una reunión de KLEFF

Una reunión de KLEFFCedida. KLEFF

Reportaje

Así es la mayor comunidad de juegos de mesa de Europa (y está en Barcelona)

Fundada en 2019 por un abogado que superó una depresión, cuenta con más de 10.000 miembros de todo el mundo y genera parejas y amistades cada semana

Cada miércoles por la noche, el restaurante L'Estació - Espai Gastronòmic, cafetería de la Estació de França se transforma en el epicentro lúdico de Barcelona. Más de 250 personas de todas las nacionalidades se congregan para jugar a alguno de los más de 500 juegos de mesa disponibles en KLEFF, la comunidad dedicada a este hobby más grande de Europa con más de 10.000 miembros registrados.

De la depresión al éxito comunitario

Pau Martí, abogado de startups y fundador de KLEFF, no imaginaba en 2017 que su crisis personal daría lugar a la mayor comunidad de juegos de mesa del continente. «Atravesé una depresión y el psicólogo me recomendó apuntarme a actividades para conocer gente», recuerda. Después de probar teatro e intercambios de idiomas, encontró un grupo de juegos de mesa que cambió su perspectiva.

Los encuentros esporádicos que comenzó a organizar en 2018 crecieron hasta formalizar KLEFF en octubre de 2019. Ahora trabaja como abogado durante el día y organiza eventos lúdicos por las noches.

Un espacio singular para una comunidad global

La Estación de Francia ofrece un espacio único donde caben 300 personas sentadas. KLEFF prefiere restaurantes antes que centros cívicos, creando un ambiente «como un after work». El restaurante, del grupo BN Grup, permite eventos especiales como la presentación de Taco Loco con carta mexicana o fiestas de Carnaval con concurso de disfraces.

Ocho voluntarios llegan una hora antes para montar mesas y preparar los juegos. El evento transcurre de 19h a 23h, con el único requisito del consumo mínimo en el restaurante. Martí verificó el récord europeo através de Meetup: «En eventos semanales, somos los más grandes de Europa».

Subcomunidades y colaboraciones institucionales

El éxito generó subcomunidades especializadas, como la de Blood on the Clocktower, un juego valorado en 150 euros donde organizan tres partidas simultáneas semanales, y grupos específicos de Catán.

Desde hace unas semanas colaboran con el Consorci per a la Normalització Lingüística para promover el catalán en entornos lúdicos, reservando un espacio mensual para jugar en catalán que atrae tanto a locales como extranjeros.

El impacto humano

«Viene gente de todo el mundo, muchos que no saben cómo encontrar amistades locales», explica Martí, quien conoció a su actual esposa en KLEFF y ahora son padres desde hace ocho meses. «Continuamente nos agradecen que hayamos creado este espacio porque se forman parejas y amistades reales. Es raro que alguien venga una semana y no vuelva la siguiente».

La filosofía es clara: «Los juegos de mesa son la excusa perfecta para conectar y romper el hielo». Cada miércoles, la Estación de Francia demuestra que el encuentro presencial sigue siendo una necesidad humana fundamental.

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