Cordón policial en torno a la zona donde tuvo lugar el asesinato de un mosso, en Lérida

Cordón policial en torno a la zona donde tuvo lugar el asesinato de un mosso, en LéridaEFE

Sucesos

El asesinato a tiros de un policía y la violación de una joven por su padre sacuden Lérida en tres días

El hombre que acribilló a su yerno en plena calle era su suegro: fue él mismo quien dio la alerta

Semana negra en Lérida, después de que la ciudad haya copado los titulares de sucesos dos veces en 72 horas. El caso más reciente tuvo lugar este miércoles, cuando en torno a las 15,20h un hombre de 78 años descerrajó entre cuatro y cinco disparos a su yerno, un agente de los Mossos d’Esquadra que en ese momento se encontraba fuera de servicio, caminando por la calle Doctora Castells.

El tiroteo hizo cundir el pánico en esta calle del barrio de Cappons, pero los disparos no fueron a más. Según una declaración del propio autor recogida por Metrópoli Abierta, el anciano tenía premeditado el crimen, y se había desplazado desde Badalona hasta la ciudad leridana para cometerlo.

Una vez asesinado, el autor de los disparos guardó el arma en una bolsa, cubrió el cuerpo con una sábana blanca y llamó a la policía, como se observa en este vídeo, grabado por los vecinos:

Hasta la zona se acercaron varias patrullas policiales, tres vehículos de los Mossos y el equipo de psicólogos del Servicio de Emergencias Médicas. El asesino confesó el crimen y se entregó allí mismo. La víctima trabajaba en la comisaría de Mollerussa (Lérida), donde –según testimonios recogidos por El Caso– era muy estimado por sus compañeros.

«Dedicación ejemplar»

Los Mossos d’Esquadra enviaron a última hora de este miércoles un comunicado en el que lamentan la «muerte violenta» de su compañero, que trabajaba en el cuerpo desde hacía 21 años con una «dedicación ejemplar». «En estos momentos dolorosos, queremos expresar nuestro más sincero pésame y todo nuestro apoyo a su familia, amistades, compañeros y compañeras», dicen.

La División de Investigación Criminal de los Mossos se ha hecho cargo de la investigación, que se está llevando en secreto. Sin embargo, sí trascendió que el asesino tiene antecedentes de enfermedad mental, y los investigadores manejan la hipótesis de que hubiera sufrido un brote. Según recoge El Periódico, se le trasladó a un centro médico.

Hasta el lugar se acercaron patrullas de los Mossos y ambulancias

Hasta el lugar se acercaron patrullas de los Mossos y ambulanciasEFE / Alex López

La Dirección General de la Policía también ha activado los servicios psicológicos para atender a los compañeros del fallecido. El conflicto entre suegro y yerno no estaría relacionado con el trabajo del segundo, sino con una problemática familiar, ya que el anciano consideraba que el mosso no le dejaba ver a sus nietas. La investigación, no obstante, sigue abierta.

Violación en plena calle

El asesinato del policía tuvo lugar apenas 72 horas después de que cundiera la alarma por otro suceso escabroso en la capital leridana. El domingo de madrugada, una patrulla de la Guardia Urbana intervino al ver cómo, en la avenida de Tortosa, un hombre de 40 años estaba violando a una mujer de 21, frente a un niño de ocho años.

Al detener al presunto agresor sexual y tomarles declaración, resultó que el hombre era el padre de los otros dos. Fue detenido como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración. Un examen posterior permitió comprobar que el hombre iba bebido, y que su hija también presentaba un elevado grado de alcohol en la sangre: ella explicó que no era la primera vez que ocurría, y que la obligaba a beber para poder abusar de ella.

Tras pasar a disposición judicial, el hombre quedó en libertad con medidas cautelares, ya que ninguna de las acusaciones pidió su ingreso en prisión provisional. La jueza sí le impuso la prohibición de acercarse a su hija a menos de 200 metros, algo que quebrantó el martes, al acercarse al domicilio de ella. Fue arrestado de nuevo.

Este miércoles, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Lérida celebró un juicio rápido, en el que el presunto agresor sexual aceptó cuatro meses de prisión, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La pena privativa de libertad, no obstante, quedó suspendida por un periodo de dos años sin delinquir, y se mantiene la orden de alejamiento a 200 metros, así como la prohibición de comunicarse con la joven.

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