Cordón policial en torno a la zona donde tuvo lugar el asesinato de un mosso, en Lérida
Lérida
El hombre que acribilló a su yerno en Lérida llamó a su hija para decirle que había matado a su marido
Fue un crimen a sangre fría, planificado metódicamente
Cuantos más detalles se conocen sobre el asesinato a plena luz del día de un mosso que estaba de servicio a manos de su suegro, en Lérida, más se comprende la magnitud de la tragedia. Aunque al principio se manejaba la hipótesis de que hubiera sido un brote psicótico, esta ha quedado descartada, y gana peso otra explicación, más cruel: fue un asesinato planificado a sangre fría para hacer el máximo daño posible a su familia.
El asesino no escogió el lugar del crimen al azar. Según las reconstrucciones del crimen realizadas por el medio especializado El Caso y la periodista de sucesos Anna Punsí a partir de fuentes policiales, el autor del crimen, un hombre de 78 años, estudió cautelosamente los recorridos de su yerno.
Llevaba tiempo acumulando rencor: según las fuentes citadas, se trataba de un hombre «muy violento», que no tenía trato con su hija ni con su yerno, y estos no le dejaban ver a sus nietas, dos niñas de 9 y 14 años. El odio acumulado y el deseo de venganza, pues, serían la motivación del crimen.
El anciano esperó a la víctima, Víctor, en la calle Doctora Castells del barrio de Cappont. Llevaba una pistola oculta en una bolsa de supermercado –tenía una licencia para tiro deportivo– y una sábana con la que preveía cubrir el cadáver. Al verle, le descerrajó ocho tiros a bocajarro, e incluso un noveno en la cabeza, para asegurarse. Varios testigos vieron la escena.
Un cepillo de dientes
Una vez hecho lo que venía a hacer, cubrió el cuerpo con la sábana y se quedó esperando. Hizo dos llamadas: una al teléfono de emergencias, el 112, para confesar el crimen, y otra a su hija, para informarle de que había matado a su marido. Esperó tranquilamente a la policía y, cuando llegaron, se entregó: había cogido incluso un cepillo de dientes y un peine, para llevar cuando le detuviesen.
Hasta el lugar se acercaron patrullas de los Mossos y ambulancias
Fue trasladado a la comisaría de los Mossos en Lérida, donde se acogió a su derecho a no declarar. El jueves registraron su domicilio, en el mismo barrio donde tuvo lugar el crimen. El sábado pasará finalmente a disposición judicial, según fuentes próximas al caso citadas por la ACN. «Su crimen ha provocado una tragedia familiar, y todo apunta a que es lo que pretendía», señala Punsí en X.
La víctima, Víctor, era un agente de los Mossos d’Esquadra muy conocido y querido por sus compañeros. Los que le conocían le recuerdan como un buen compañero, amén de buen marido y buen padre. Este jueves tuvo lugar una concentración a las puertas de la comisaría a la que acudieron un centenar de personas, incluyendo algunos altos mandos del cuerpo.