La inflación asfixia a la industria tradicional valenciana

La inflación asfixia a la industria tradicional valencianaAVA-AVASAJA

Comunidad Valenciana

La inflación asfixia a la industria tradicional valenciana

Los sectores de la cerámica, agricultura o calzado se ven afectados por la subida de los precios y el aumento de los costes de producción y distribución

La industria tradicional valenciana está sufriendo de primera mano los efectos de la subida de los precios. El aumento de los costes en las materias primas, los gastos de producción y el efecto de los combustibles a la hora de la distribución, hacen que diversos sectores económicos estén en situación límite.
Así, la presidenta de la Asociación Nacional de Profesionales en Cerámica (ANCEP), Mari Carmen Marco, asegura que el aumento en las facturas en luz y gas «está afectando mucho»: «Todo ha subido una barbaridad y eso repercute en que cuando vas a buscar algo a un proveedor, no lo tienen».
Según Marco, el sector de la cerámica está padeciendo «un desfase que antes no lo había vivido» y ello obliga que las empresas estén teniendo que «rebajar el margen de beneficios»: «Estamos pagando en torno a un ochenta por cien más de gas que hace un año; esa subida no se la podemos repercutir al cliente», afirma la presidenta de ANCEP.
Preguntada por la demanda internacional, Marco apunta que las exportaciones «se están manteniendo más o menos», aunque atisba «cierta tendencia a la baja».

Mejor dejar de recolectar que vender

Respecto a la agricultura, el vicepresidente de la Asociación Valencia de Agricultores (AVA-AVASAJA), Celestino Recatalá, señala que el incremento de costes hace que el ejercicio de su actividad sea «insoportable». De este modo, destaca que aunque el precio «en los lineales sea mayor, al agricultor eso no le repercute en nada».
En este aspecto, Recatalá es más que contundente: «Los costes nos han subido un 45 % y la gente ha de saber que esta tendencia no se puede mantener mucho tiempo: Así va a ser imposible continuar cualquier tipo de cultivo», afirma el representante de los agricultores valencianos.
Para Recatalá, los precios de la luz y los gasóleos «tiene que bajar», a la par que la Administración «ha de ayudar». En esta línea, el vicepresidente de AVA-ASAJA asegura que, a la hora de conceder cualquier ayuda al sector, «un minuto más es tarde»: «Nuestra situación es insoportable y no podemos esperar más. Estamos desesperados».

Calzado

Por otra parte, la industria de calzado, uno de los principales sectores económicos de la provincia de Alicante, no está en mejor situación.
Así, la presidenta de la Asociación Valenciana del Calzado (AVECAL), Marián Cano, apunta que la subida del IPC «se ha traducido en un aumento de los costes de energía, materias primas y fletes entre el 2 % y el 15 %, dependiendo del caso particular de cada empresa».
Frente a ello, las empresas del sector «están optimizando su política de gastos para que estos incrementos no repercutan en el precio del producto que adquiere el consumidor final».
Sin embargo, destaca Cano, «si la subida de precios se mantiene en el segundo semestre del año, nuestras empresas probablemente no van a poder soportar más tiempo ese incremento y van a tener que trasladar esa subida al precio final del producto».
En la misma línea se expresa el director General de la Asociación Española de Empresas de Componentes y Maquinaria para el Calzado y la Marroquinería (AEC), Álvaro Sánchez: «La pandemia ha repercutido negativamente en la capacidad operativa y financiera de nuestras empresas, las cuales hoy son más pobres que ayer y además están más endeudadas que nunca».
Asimismo, Sánchez califica de «inasumible» para el sector el aumento de los costes a la hora de producir y distribuir calzado, tanto a nivel nacional como internacional: «La industria de los componentes para el calzado mantenía antes de la pandemia unos niveles de volumen de negocio que rozaban los 2.800 millones de euros de facturación. Durante el año 2021, según los datos de la Secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones alcanzaron la cifra de 1.274 millones de euros, un 18 % inferior al 2019», se lamenta.
Así pues, habrá que ver cómo evoluciona la industria tradicional valenciana, pero, tal como recuerda Sánchez, todos estos sectores son «clave» para garantizar «la competitividad» de la economía valenciana.

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