El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el diputado de Compromís, Joan Baldoví, en el Congreso
Comunidad Valenciana El postureo de Baldoví con la financiación: de bendecir la inacción de Sánchez a amenazarle con llevarle a los tribunales
Al candidato de Compromís a presidir la Generalitat le entran las prisas sobre la histórica reivindicación a menos de cien días para las elecciones
Las campañas electorales suelen coparse de promesas y anuncios grandilocuentes por parte de los candidatos enfocados a granjearse la confianza de los ciudadanos en forma de votos.
La euforia del momento en los mítines y en otros casos el populismo suelen llevar a no pocos políticos a empeñar su palabra con unos compromisos un tanto pintorescos.
Un caso de ello podría ser el del diputado de Compromís en el Congreso y candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Joan Baldoví.
El dirigente nacionalista ha asegurado que si lograse ser el sucesor de Ximo Puig activaría la vía judicial y llevaría al Gobierno central ante los tribunales por no modificar el modelo de financiación autonómica.
«Trato injusto» de PP y PSOE
Para alcanzar ese objetivo y también respecto al pago de la deuda histórica a la Comunidad y ejecución de inversiones, Baldoví ha prometido que creará un equipo jurídico «al más alto nivel» compuesto «por los mejores expertos de las universidades públicas valencianas» con tal de revertir «ocho años de trato injusto» de los gobiernos de PP y PSOE.
Aunque sigue tendiendo la mano al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el candidato de Compromís ha asegurado sentirse obligado a recurrir a la Justicia para reclamar «lo que se niega por la vía del diálogo».
En este sentido, Baldoví también ha aprovechado para criticar a sus propios socios del gobierno del PSPV-PSOE. Así, ha criticado al Ejecutivo de la Generalitat por falta de contundencia y de no haber logrado compromisos concretos de Sánchez ante las históricas demandas de la región.
Sin embargo, lo curioso de la actitud del nacionalista radica en que esa postura de confrontación directa con el Partido Socialista ha surgido por generación espontánea.
A menos de cien días para que se abran las urnas, la postura del Baldoví candidato dista por completo de la del Baldoví diputado.
Desde que Sánchez llegó al Palacio de la Moncloa, el aspirante a presidir la Generalitat ha votado a favor de todos y cada uno de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) presentados por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Para justificar su apoyo a las cuentas públicas, Baldoví se ha empecinado año tras año en asegurar que le había 'sacado' al Gobierno central compromisos en materia de inversiones y, especialmente, de financiación autonómica.
En cambio, el resultado ha venido siendo el mismo independientemente del ejercicio que fuera. Mientras el dirigente de Compromís vendía que se producirían avances en las demandas valencias si él votaba los PGE, casi al mismo tiempo María Jesús Montero le desautorizaba.
Lo ha hecho todas las veces que el parlamentario ha avanzado acuerdos, asegurando que el Gobierno no se planteaba cambiar la manera de repartir los fondos públicos entre las regiones de España.
Aún así, la cara más reconocible de Compromís tras la dimisión de Mónica Oltra ha seguido manteniendo la política de apoyar a Sánchez a cambio de nada.
El poco empaque que el nacionalista ha puesto a la hora de intentar modificar la financiación autonómica desde el Congreso se puede ejemplificar con dos hechos.
El portavoz parlamentario de Compromís, Joan Baldoví, en el pleno del Congreso
Respecto al primero, el último Proyecto de Ley de Presupuestos de la legislatura que aprobó el Consejo de Ministros reflejaba que Alicante era, de largo, la provincia más castigada en inversiones, a bastante distancia de la segunda.
A pesar de que incluso Ximo Puig llegó a asegurar que lo previsto para 2023 era «manifiestamente insuficiente», ni los diputados valencianos del PSOE en San Jerónimo ni Baldoví consiguieron darle la vuelta a esa situación y Alicante siguió en el furgón de cola en los PGE.
Por su puesto, el Gobierno se mantuvo como un témpano en su nula intención de reformar la financiación a pesar de que el diputado insistía en un supuesto cambio de postura de Moncloa.
Tampoco es que el parlamentario se mostrara especialmente combativo a la hora de exigir esa reivindicación en el pasado debate sobre el estado de la Nación, que tuvo lugar en el mes de julio.
Desde la Tribuna, el mismo tema por el que ahora pretende litigar en los juzgados tan solo le mereció cinco segundos. Tantos como los que duró la siguiente frase: «Asignaturas pendientes: financiación. Es escandaloso, es vergonzante que aún estemos como hace siete años».
Por contra, sí dedicó el resto de su intervención a criticar al Partido Popular por la 'caja B' de Bárcenas y otros casos de corrupción.
Ante el sorpresivo cambio de Baldoví, el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Carlos Mazón, recuerda que Compromís y el nacionalista han votado «permanentemente con Pedro Sánchez los peores Presupuestos de la historia para Valencia, Alicante y Castellón», algo que califica como «una pena».
«Es ahora, cuando se acercan las elecciones, cuando anuncian que van a protestar por no sé qué. No haber aplaudido tanto a Pedro Sánchez, haber defendido la Comunidad Valenciana cuando tocaba, haber defendido el agua que necesitamos cuando tocaba y no haberse abstenido», lamenta.
Al no haber hecho todo lo anterior «cuando toca», el líder de los populares regionales apunta que la «falta de credibilidad» hacia Baldoví y Compromís «se relata sola». «Son premuras electorales que ya nadie cree», zanja Mazón.
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