Imagen aérea del futuro complejo Roig Arena

Imagen aérea del futuro complejo Roig ArenaLICAMPA

Comunidad Valenciana  El complejo Roig Arena recibe la licencia de apertura y encara la recta final para su apertura

El Ayuntamiento de Valencia da definitivamente luz verde al proyecto del presidente de Mercadona, que se inaugurará en 2024

El complejo Roig Arena por fin tiene vía libre. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de Valencia, que ha aprobado que, por fin, esas obras salgan adelante y se puedan acabar. «Acabamos de firmar la licencia definitiva de la tercera fase de las obras del pabellón del Roig Arena, un pabellón que es muy importante para la ciudad de València por diferentes motivos. Uno de ellos es poner de relieve el baloncesto y sobre todo al club del Valencia Básquet con unas instalaciones mucho más grandes», ha dicho la concejala del ramo.
Con la culminación de este trámite administrativo se consigue que se pueda construir una parcela de más de 20.000 metros cuadrados. En ese área se levantará principalmente el estadio del Valencia Básquet, del que Juan Roig es presidente. Aún así, allí mismo se podrá disfrutar de eventos culturales.
De hecho, más allá del aforo habitual para un partido de baloncesto local, el recinto podrá ampliarse hasta superar las 18.000 personas. En este aspecto, lo que Roig persigue no es otra cosa que poner a Valencia como referente cultural y evitar que otras ciudades como, por ejemplo Málaga, le tomen la delantera a la capital levantina.

18.600 espectadores

Como se ha dicho, el Roig Arena tendrá un motivo eminentemente deportivo. Sin embargo, eso no quita a que sus instalaciones puedan recibir a más de 18.600 espectadores que podrán disfrutar de diferentes espacios culturales y gastronómicos. Tal como afirman fuentes del Ayuntamiento de Valencia, el proyecto del presidente de Mercadona está previsto que finalice sus actuaciones a finales del año 2024.
A pesar de que los candidatos de la lista de Unidad Podemos (UP) tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat Valenciana han calificado la iniciativa de algo negativo para la ciudad, Joan Ribó no ha tenido más remedio que sacar el expediente adelante.
Lo ha hecho aunque tanto miembros de su formación como sus aliados comunistas llevan meses señalando explícitamente a Roig, definiéndole como un empresario «sin escrúpulos» que se «ha forrado» a costa de los efectos de la inflación y de la guerra en Ucrania.
Así lucirá el Roig Arena en Valencia.

Así lucirá el Roig Arena en Valencia.LICAMPA 1617

La reacción de Roig ha sido simple: no entrar al trapo buscado no solo por Belarra y Montero, sino también por el vicepresidente segundo del Gobierno de Ximo Puig, Héctor Illueca, que se ha ensañado sistemáticamente con el empresario valenciano. En su relato, el dirigente comunista tiende a obviar que el dueño de Mercadona, dentro de su proyecto, ha dotado de medios técnicos al colegio que colinda con el estadio. Es un centro público y, como tantos otros dependientes de Puig, está infradotado. Aún así, Roig ha puesto el dinero de su bolsillo y sin mayor interés para que prosperen sus alumnos. Compromis, que gestiona la Consejería, sigue difamando al empresario.
En cuanto al aforo, como se ha dicho, no se reducirá únicamente a lo que marquen los eventos deportivos, sino que irá más allá. Así, tanto las butacas como la pista se adaptarán y se podrá acoger eventos culturales. El objetivo no es otro que posicionar a Valencia como referente frente a una decadente Barcelona y a una pujante Málaga que parece que no tiene techo.
Para lograrlo, la apuesta de Roig no se limita al deporte. Ha sumado a su iniciativa cultural la gastronomía de alta calidad, con lo que que quien visite el Roig Arena también podrá disfrutar de una cocina de postín.
Si no hay mayor contratiempo, el complejo se inaugurará en 2024. A día de hoy, Valencia carece por completo de un recinto como el Roig Arena y que le permitirá posicionarse como una de las principales ciudades nacionales en cuanto a cultura. El Ayuntamiento ha dado la última luz verde al respecto, por lo que ahora le toca al presidente de Mercadona seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora: no entrar al trapo y callar a quienes le critican por mero sectarismo.
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