Carlos Mazón y María José Catalá celebran la victoria del PP tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en la Comunidad.

Carlos Mazón y María José Catalá celebran la victoria del PP tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en la ComunidadPP VLC

Elecciones 28-M  El PP gobernará en ocho de las diez principales ciudades de la Comunidad Valenciana, incluidas las tres capitales

Los populares estarán al frente de los ayuntamientos de Valencia, Alicante y Castellón, así como de otros enclaves como Elche, Orihuela o Benidorm

Azul. Ese es el color del que se tiñó el mapa de la Comunidad Valenciana después de las elecciones del pasado del 28 de mayo. Los comicios supusieron, a la misma vez, un descalabro del Partido Socialista y sus socios en muchos territorios y una oportunidad casi sin ejemplo al Partido Popular para recuperar buena cuota del poder territorial perdido hace ocho años.
Si se toma la Comunidad Valenciana como muestra, la debacle de la izquierda y el auge del centro-derecha se explica por sí misma, ya que el Partido Popular a partir de hoy estará al frente de ocho de los diez principales ayuntamientos de la región, a lo que hay que añadirle la presidencia autonómica que ostentará Carlos Mazón a lo largo del mes de julio.
La capital, Valencia, era la joya de la corona y los populares la han recuperado. Tras ocho años del binomio entre Compromís y el PSPV-PSOE con Joan Ribó como alcalde, María José Catalá tomará el bastón de mando. Entre sus múltiples tareas están la de erradicar una ciudad sucia en la que las plagas de ratas y cucarachas se han generalizado, con un urbanismo eminentemente ideológico que ha trastocado la vida de sus vecinos y en la que los delitos se han duplicado respecto a 2019, asimilándose en lo negativo a la Barcelona decadente que lega Ada Colau.
En Alicante, la segunda ciudad más poblada, el actual alcalde, Luis Barcala, se quedó a tan solo un escaño de la mayoría absoluta. Aún así, no tendrá el más mínimo riesgo de perder la alcaldía, ya que al ser la lista más votada y no haber otro candidato municipal que vaya a conseguir la mitad más uno de los votos de los concejales, el popular conservará su puesto como primer edil.

El primer pacto, en Elche

Por otra parte, la futura alcaldesa de Castellón será Begoña Carrasco, que destronará a la socialista Amparo Marco al frente del Consistorio de La Plana. De ese modo, el PP gobernará las tres capitales de provincia de la Comunidad, algo que no hacía desde hace ocho años, cuando la formación alcanzó uno de sus mayores logros municipales. Pero el viento a favor de los populares va más allá y no se reduce a lo descrito.
Así, en virtud de un pacto con Vox, el Partido Popular vuelve a la alcaldía de Elche con el exsenador Pablo Ruz como regidor. El ejemplo ilicitano trasciende lo meramente político, puesto que es la tercera ciudad autonómica con más habitantes y porque en ella se firmó el primer acuerdo entre los populares y los de Santiago Abascal en una gran ciudad. De hecho, esta alianza se formalizó casi en paralelo a la que garantizó la investidura de Carlos Mazón como próximo presidente de la Generalitat.
En Toreevieja (Alicante), la quinta localidad por población, el PP no solo revalida su mayoría absoluta, sino que la amplía pasando de los catorce escaños que obtuvo en 2019 a los dieciséis del 28 de mayo. Igualmente, en la localidad valenciana de Torrente, que cuenta con 84.000 habitantes censados, PP y Vox han alcanzado un acuerdo para gobernar, poniendo fin a la etapa socialista en el Ayuntamiento.
La séptima localidad de la Comunidad es Orihuela, junto a la frontera con la Región de Murcia. En ella, se vuelve a repetir la alianza del bloque de centro-derecha, cuyo Consistorio lo liderará José Vegara con los diez representantes logrados por el PP y la suma de los cuatro de los de Vox. Ambos suman catorce concejales y la mayoría absoluta se sitúa en trece.
De izquierda a a derecha, los candidatos del PP por Valencia, María José Catalá; Castellón, Begoña Carrasco, y Alicante, Luis Barcala.

Los candidatos del PP por Valencia, María José Catalá; Castellón, Begoña Carrasco, y Alicante, Luis Barcala.PPCV

Para ver la primera gran ciudad en que el PSPV-PSOE gobernará hay que irse hasta el octavo puesto, el de Gandía. Con sus doce asientos y el de Acord Per Guanyar –una mara blanca de Podemos–, José Manuel Prieto seguirá siendo alcalde del municipio valenciano.
Lo mismo sucede en Paterna, junto a la capital del Turia. Allí, los socialistas revalidan su mayoría absoluta y dejan sin efecto cualquier tipo de coalición de PP y Vox. Por contra, en Benidorm los populares el 28 de mayo volvieron a demostrar que en este enclave turístico son hegemónicos. Si cuatro años atrás alcanzaron la mitad más uno de los ediles, en 2023 han logrado dieciséis concejales. Con este resultado, el PP gobernará en solitario al estar tres regidores por encima de la absoluta.
Con todo ello, el Partido Popular encara la campaña de las elecciones generales del 23 de julio con el viento a favor, expresión que le gusta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero que no parece que pueda servirle ahora como fortaleza política. El PSOE además de estar en la sala de espera para perder buena parte de su poder regional, en la Comunidad Valenciana se le añade que va tener localmente un rol más que secundario.
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