El socialista Ximo Puig, compareciendo en la noche del 28 de mayo.

El socialista Ximo Puig, compareciendo en la noche del 28 de mayoPSPV-PSOE

Comunidad Valenciana  El PSPV-PSOE crea un grupo en el Senado para «tener voz en Madrid» pero Ximo Puig calla frente a la amnistía

El expresidente valenciano no tomó la palabra en la Comisión General de las Comunidades Autónomas en la Cámara Alta pese a que hasta el último momento estaba previsto que lo hiciera

La frase de que 'la vida da muchas vueltas' parece ser uno de los lemas –al menos en el terreno político– del expresidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig. Hay ocasiones en que se dice por error que alguien ha dado un giro de 360 grados cuando, en realidad, sería de 180 para destacar un cambio drástico en determinada posición. Sin embargo, en el caso del todavía líder del PSPV-PSOE, lo acertado es afirmar que ha dado una vuelta completa, ya que en tan solo un año ha sido capaz de defender al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y querellarse contra él para, casi de manera inmediata, volver a ser uno de sus más firmes apoyos.
Las malas lenguas aseguran que esa rocambolesca maniobra forma parte de sus «méritos» para ser ministro si su jefe de filas lograse la investidura tras pactar con nacionalistas e independentistas de todo pelaje. Concretamente, desearía ocupar la cartera de Política Territorial, actualmente en manos de la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. Sea o no cierto ese rumor cada vez más extendido, la verdad es que lo vivido este jueves en el Senado no ayuda a desmentirlo.
El debate tenía como único punto abordar la «igualdad» entre todos los españoles en el marco de la ley de amnistía que Sánchez ya prepara para los implicados en el procés. En él intervinieron todos los presidentes regionales del PP –también el vicepresidente canario– e incluso el catalán, Pere Aragonés, a pesar de que tras hacer su alocución se marchó directamente sin quedarse a escuchar lo que decían al respecto sus colegas. Todos los mandatarios populares utilizaron sus turnos de palabras, algo que también tenían los senadores que lo pidieran previamente.

En vez de Puig, Juan Espadas

Entre ellos estaba Puig. A lo largo de la semana, el entorno del socialista daba por sentado que el expresidente valenciano subiría al atril y haría un discurso, más aún siendo uno de los vocales de la Comisión. De hecho, estaba entre los senadores que lo habían pedido y así lo confirman fuentes del PSPV-PSOE a El Debate, afirmando que era lo «previsto». En cambio, en un giro de guion inesperado, quien se encargó de defender la amnistía –eso sí, de manera muy vaga y sin entrar en el fondo del asunto– fue el que fuera candidato a la Junta de Andalucía Juan Espadas. Las mismas fuentes consultadas se escudan en que el andaluz es el «portavoz» de dicha Comisión, aunque guardan silencio al preguntarles por qué si Puig iba a hablar, finalmente no lo hizo.
Si todas estas circunstancias son de por sí llamativas, todavía lo son más porque se producen veinticuatro horas después de que la federación valenciana del PSOE informara de que dentro del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado había constituido una suerte de subgrupo territorial con el objetivo de «frenar la ofensiva de la extrema derecha» y de «trasladar la voz de los valencianos a Madrid». «Vamos a trabajar para frenar la ofensiva de la extrema derecha en nuestro territorio. Una ofensiva consentida por el PP de Carlos Mazón que está suponiendo en la Comunidad Valenciana una quiebra de la convivencia, la censura cultural, el negacionismo de la violencia de género, el ataque al cambio climático y el retroceso de los servicios públicos como la sanidad o la educación. Trabajaremos para garantizar la igualdad de los españoles y la singularidad de los territorios», indica la senadora del valenciana del PSOE Rocío Briones.
Pedro Sánchez, junto a Ximo Puig y Sandra Gómez en un acto del PSOE en Valencia.

Pedro Sánchez, junto a Ximo Puig y Sandra Gómez en un acto del PSOE en Valencia.PSOE

Ella, Puig y sus compañeros tenían una ocasión inigualable para estrenar ese pequeño 'cónclave' de senadores de reciente creación, pero no fue así. Ninguno de ellos habló, comenzando por un Puig que, para colmo, vio como su sucesor en la presidencia autonómica reivindicaba asuntos claves para la región como la financiación o el agua, además de la ya citada amnistía a los independentistas. Por tanto, la «voz» que tan alto y con tanta urgencia debía retumbar en la Cámara Alta, quedó silenciada, solo rota por los aplausos entre los mandatarios populares y a la espera de si en el corto o medio plazo tendrá la ocasión de comenzar a sonar.

Críticas de PP y Vox

Preguntadas por lo acontecido en Madrid, fuentes del PP valenciano creen que es una «evidencia, como en los últimos ocho años», que ni Puig ni los socialistas «tienen ninguna intención de defender los intereses de la Comunidad Valenciana» y que, lejos de rectificar, «van a seguir sumidos a Pedro Sánchez». «No van alzar la voz. Están más cómodos en el discurso de Aragonés y de la amnistía que en la defensa del agua y de la financiación que necesita esta tierra. No vamos a consentir que los valencianos seamos moneda de cambio de Sánchez, mientras Puig y el PSPV-PSOE miran hacia otro lado», advierten.
Por su parte, el diputado nacional de Vox y presidente provincial de la formación en Valencia, Ignacio Gil Lázaro, declara a El Debate que la «única noticia desgraciada e inquietante» es que el PSOE en general, Puig y el conjunto de senadores valencianos «eluden por completo hablar sobre lo que en este momento preocupa a los españoles, que es el golpe institucional que está preparando Sánchez contra la Constitución, la unidad nacional, la democracia y el Estado de Derecho». Igualmente, hace hincapié en que la «cobardía y el escapismo» del expresidente regional y los socialistas del PSPV-PSOE «provocan vergüenza y rechazo».
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