Los carniceros, sobre el precio del cordero: «Ya nunca baja porque se los llevan vivos a los países árabes»

El precio de la carne de cordero es uno de los asuntos de los que más se habla no solo entre consumidores, sino también entre los responsables de empresas que la exportan, ganaderos y los propios carniceros que la venden en sus paradas o en sus establecimientos. Ante la creciente preocupación al respecto, El Debate ha comprobado de primera mano cuál es el actual contexto de este producto. Lo ha hecho yendo al Mercado Central de Valencia, uno de los más importantes de toda España.

Allí mismo, ha hablado con Paco Andreu, gerente de un puesto que vende únicamente cordero, y que señala que su coste de venta «se ha estabilizado en caro». «Nunca baja porque se están llevando fuera (de España) dos barcos por semana con ternera y corderos vivos a los países árabes para sacrificarlos allí», asegura, citando a «proveedores». Como detalle, explica que en esos territorios prefieren que estos animales tengan «mucho peso».

Este tema ha adquirido más gravedad después de que el Rey Mohamed VI de Marruecos recomendara a sus ciudadanos en febrero «abstenerse de efectuar el ritual del Eid al-Adha (la fiesta del cordero en el Islam) este año», escudándose en los desafíos climáticos y económicos que han diezmado a la ganadería del país como motivos para no obligar a sus súbditos a realizar un desembolso extra para cumplir con la tradición, tal como informó El Debate.

De lo que primero se cansa una persona es de 'palmar' dinero"Paco AndreuGerente de un puesto de cordero en el Mercado Central de Valencia

Todo ello, subraya Andreu, «altera completamente el mercado» porque los ejemplares «los están pagando muy caros», lo que, a su vez, desemboca en una «coyuntura general muy complicada» dados los «gastos» que todo negocio del sector soporta y que, tal como lamenta, son «extraordinarios y muy grandes». Por si no fuera suficiente, el responsable de la parada de cordero en el Mercado Central de la capital del Turia también señala que la política llevada a cabo por el Gobierno que presidente el socialista Pedro Sánchez «no ayuda en nada» a atenuar los efectos de la crisis del cordero: «Que los precios fluctúen a la baja es complicado. Todo ha subido y todo va a subir. Tienen que controlar la inflación y no lo hacen. Y eso afecta a todo», advierte a la par que denuncia.

Agenda 2030 y relevo generacional

Del mismo modo, menciona la Agenda 2030 «que se está implementando». En su opinión, «tampoco está contribuyendo a que haya relevo en el campo». En este sentido, insiste en que el panorama es «complicado» porque esta estrategia promovida y defendida desde no pocos sectores económicos y políticos alrededor de todo el mundo hace que no haya «relevo generacional». Él mismo lo detalla:

«La agricultura es distinta a la ganadería. La ganadería es más complicada porque es 24/7. En la agricultura trabajas de lunes a viernes y puedes librar sábado y domingo. Sin embargo, los animales no entienden de días libres. Tantas trabas están complicando. Se está sacando del mercado a gente que no tiene dinero para consumir cordero», expone Andreu. Igualmente, argumenta que en «todas las políticas el que paga el plato roto es el productor» porque «si no consigue vender tendrá que hacerlo por debajo del precio de coste». «De lo que primero que se cansa una persona es de 'palmar' dinero», afirma recordando una frase que le decía de su padre.

«Al final dejas de producir», se queja y alude a circunstancias externas como que «llega el calor y los animales se ahogan», por lo que apuesta por menos burocracia y, en contraposición, dejar que los profesionales de la ganadería trabajen en libertad: «Saben cómo criar a una oveja para que nazca el 20 de diciembre. Son capaces de generar actividad», ensalza, al mismo tiempo que relata que los restaurantes «de media gama están sustituyendo el cordero por otros productos».