Las ayudas están dirigidas a familias que reciban el IMV o tengan rentas bajas

Imagen de archivo de una mujer con un carrito de bebé en la calleEP

Más de un 34 % de los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital en Castellón ya son extranjeros

Los datos son los que son y la combinación de varios de ellos arrojan una lectura ciertamente llamativa. En la Comunidad Valenciana residen 5,3 millones de personas, de las que el 18,22 % son de origen extranjero; en la región hay 2,2 millones de afiliados, de los que el 16 % han nacido fuera de España y entre toda la población valenciana 82.278 personas perciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV), de las que el 22,30 % son extranjeras. Es decir, que igualando porcentajes hay menor representación de afiliados entre la población foránea, pero más de las que reciben la ayuda básica del Gobierno. En el caso de Castellón el dato del IMV se dispara: más de 34 % de las personas que lo ingresan son de fuera de España.

Como todo en la vida, el problema no es la cuestión, sino la medida de la misma. Es por ello que hay que explicar detalladamente los datos que constan tanto en el Instituto Nacional de Estadística (INE) como en la Seguridad Social. Los datos se pueden analizar desde diferentes puntos de vista, pero son los que son: porcentualmente hay más extranjeros percibiendo el Ingreso Mínimo Vital que afiliados en la Seguridad Social. Por provincias la diferencia es notable, aunque Castellón se lleva la palma.

Tanto en población como en afiliación, en Castellón se da un 17 % de población extranjera, pero el dato se publica cuando se consultan las estadísticas del IMV: supera el 34 %. En la provincia hay casi 10.000 ayudas básicas concedidas, que según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, son 6.441 españoles y 3.357 foráneos. Dos tercios son nacionales y la porción restante es gente de fuera, de cualquier punto del planeta.

También resulta ciertamente llamativo como en Castellón se conceden menos de 10.000 ayudas y tanto Valencia como Alicante triplican la cifra. En el caso de Alicante se dan 27.552 ayudas de IMV a españoles y 7.382 a extranjeros. En la provincia de Valencia las solicitudes nacionales casi alcanzan las 30.000 personas beneficiarias, por las 7.616 de extranjeros.

Según la Seguridad Social, el Ingreso Mínimo Vital es «una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas». La única cuestión que se puntualiza es que hay que tener la «residencia legal y efectiva en España» en determinados casos.

La realidad de los datos valencianos del IMV es que vienen a confirmar el doble análisis que se puede hacer de los mismos. Para la izquierda el sistema permite ayudar a los que menos tienen, mientras que la oposición advierte de que el reparto descontrolado provoca mayor desigualdad entre las clases más bajas, las que realmente pueden necesitar de un espaldarazo del Estado para poder tener un mínimo básico para vivir.

Los porcentajes de representatividad de los extranjeros en cuestiones tan capitales como la afiliación en la Seguridad Social y como beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital dejan en el ambiente la posibilidad de que haya más interés en percibir una ayuda pública que en trabajar o que para ciertos colectivos de población es más fácil acogerse a una prestación del Estado que encontrar un lugar de trabajo.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas