Una mujer okupa un piso en Gandía y finge una estafa inmobiliaria para evitar ser desalojada de la vivienda

El problema de la okupación ilegal de viviendas en España ha sumado un nuevo episodio. Esta vez, en la localidad valenciana de Gandía, donde una joven fue arrestada tras intentar engañar a la Policía para conservar el piso en el que residía de manera irregular. La mujer presentó una denuncia asegurando que había sido víctima de un fraude inmobiliario, con el objetivo de retrasar el desalojo y seguir viviendo en el inmueble.

Todo comenzó cuando el propietario legítimo advirtió que su vivienda estaba siendo ocupada sin permiso y decidió acudir a la Policía Nacional. En su primera declaración, la mujer afirmó que había pagado 7.000 euros en concepto de alquiler y que disponía de un contrato en regla. Ese documento, sin embargo, levantó rápidamente las sospechas de los investigadores.

Tras un análisis minucioso, los agentes comprobaron que el supuesto contrato carecía de validez. Los datos del arrendador no existían y las firmas que figuraban en el documento coincidían con las de la propia joven, que lo había redactado íntegramente para tratar de dar apariencia de legalidad a su ocupación. La supuesta estafa inmobiliaria no era más que una farsa elaborada para evitar ser desalojada.

Durante el interrogatorio, la mujer terminó reconociendo la falsedad de su denuncia y admitió que todo formaba parte de una estrategia para ganar tiempo. Como consecuencia, se le imputan delitos de falsedad documental, simulación de delito y ocupación ilegal de bien inmueble.

El caso refleja las argucias a las que recurren algunos okupas para frenar los procedimientos judiciales y prolongar su permanencia en viviendas que no les pertenecen. También pone de manifiesto la importancia de la colaboración entre los propietarios y las fuerzas de seguridad para detectar este tipo de fraudes, un fenómeno que preocupa cada vez más en ciudades como Gandía y en el conjunto de España.