Imagen tomada este martes de Carlos Mazón sonriente durante el Debate de Política General
Mazón se hace fuerte para el tramo definitivo de la legislatura ante una izquierda sin rumbo con Morant a la desesperada
Los debates de Política General de la Comunidad Valenciana, así como sus diversas denominaciones en cada región de España y el propio sobre el Estado de la Nación para la opinión pública y para los partidos políticos tienen la ventaja de que pueden contar con destacable termómetro de cómo está de confianza y de fortaleza cada líder, cada formación y cómo encaran los próximos meses.
Se contrastan puntos de vista durante mucho más tiempo que en las sesiones de control o interpelaciones y, sobre el panorama de un territorio como tal, el 'guion' establece que el Gobierno lo pintará con un maravilloso presente y futuro, mientras que la oposición lo hará, en términos generales, con tonalidades más tenebrosas.
En esta línea, en Pleno de esta semana deja varias evidencias que, si ya fueran lo suficientemente importantes en cualquier momento y más en una autonomía como la valenciana, todavía cobran más relevancia dado que la legislatura se encuentra pasado su ecuador, con elecciones a la Generalitat a poco más de año y medio y, quién sabe, si con un anticipo a nivel general dada la inestabilidad parlamentaria de Pedro Sánchez y los casos de presunta corrupción que acorralan a su partido, al fiscal general del Estado y a su entorno familiar más próximo.
Agradecimientos a Vox
Así, el jefe del Consell, Carlos Mazón, tuvo un Debate de Política General sin excesivas complicaciones, mucho más plácido de lo que podía esperarse si se tiene en cuenta la actitud de la izquierda durante los casi once meses que hace que estalló la mortífera dana en la provincia de Valencia. Tres principales factores contribuyeron a que cristalizara ese deseable contexto para los intereses del presidente valenciano.
El primero fue que a los pocos minutos de comenzar su intervención inicial ya expuso 44 medidas para implementar a lo largo de este recién estrenado curso político. De ese modo, centró el marco mental y el rumbo a seguir bajo una clara posición de liderazgo. Además, no solo expuso de nuevo un relato de lo sucedido el 29 de octubre y que cree consolidado tras las declaraciones contradictorias de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, sino que también deslizó un mensaje de solidez en la Cámara regional.
En más de una ocasión, Mazón agradeció explícitamente al Grupo Parlamentario Vox el hecho de haber llegado a acuerdos pese a haber salido del Consell el pasado año tras la decisión adoptada por Santiago Abascal desde Madrid. Ese gesto, la mano tendida para sacar adelante más medidas y la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat para 2025 meses antes de verano son aspectos que pueden hacer llegar a pensar que sobre la mesa si no está ya lo estaría en breves la negociación para las cuentas públicas del próximo ejercicio.
En lo referente al PSPV-PSOE y Compromís, la falta de relato de ambos más allá de culpar a Mazón de todo lo habido y por haber sobre la dana con alguna subida de tono para ganarse a los suyos hizo que las réplicas del mandatario dejasen a los portavoces, José Muñoz y Joan Baldoví, respectivamente, en mal lugar, puesto que fue desmontando la retahíla de acusaciones una a una.
Imagen tomada este martes de José Muñoz y Joan Baldoví durante un receso del Debate de Política General
En las Cortes se pudo comprobar que ambos están 'desnudos' y desasistidos cuando no piden la dimisión de Mazón. Un buen ejemplo fue el del síndico nacionalista, que reclamó la creación de una agencia de meteorología valenciana, una propuesta que el mismo presidente se encargó de desarmar y echar abajo, utilizando para ello el argumentario tanto de Baldoví como de la izquierda:
«¿Por qué? ¿Es que Aemet no funciona? ¿Es que no hace bien sus previsiones? ¿Es que no acierta? ¿Es que dice que hay una dana que dice que se va a la Serranía de Cuenca y no se atreve a reconocerlo y lo oculta? ¿Por qué? ¿Por qué quiere crear usted una Aemet valenciana? ¿No confía en el Gobierno de Sánchez al que usted le paga las Fantas, señor Baldoví?», le preguntó.
Pero por si la deriva de socialistas y nacionalistas no fuera lo suficientemente gravoso para las expectativas electorales de unos y otros, a todo ello se suma una ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y secretaria general del PSPV-PSOE, Diana Morant, que no ha encontrado su sitio como candidata a pesar de todo el tiempo que lleva como tal desde que Sánchez la puso allí gracias a unas 'primarias digitales'.
Tal y tantas son las urgencias que tiene Morant que este mismo martes 'hizo pellas' en el Consejo de Ministros para asistir como invitada al Debate de Política General e intentar hacer oposición a Mazón. Maniobra estéril porque su estrategia de acosos y derribo al ‘popular’ volvió a quedarse en nada y, para colmo, do testimonio personal y locuaz de que a ella y a su jefe de filas le importa más defender la siglas que las políticas públicas que se pueden hacer siendo ministra.