CRÓNICAS SABÁTICASAlberto Caparrós

Orgulloso de ser español y valenciano

La solidaridad de todo un país con sus compatriotas afectados por una catástrofe histórica como la dana está por encima de cualquier intento de politización de una tragedia por parte de quienes pretenden romper España

Los españoles dieron una lección de solidaridad con el apoyo a sus compatriotas valencianos cuando hace ahora un año una catastrófica dana sin precedentes en las últimas décadas arrasó esta bendita tierra bañada por el Mar Mediterráneo. Esa solidaridad de todo un país con los afectados por la diada del 29 de octubre de 2024 está por encima de los intentos de politización de una tragedia espoleados por aquellos que pretenden romper España.

Conforme ha desglosado con datos oficiales mi compañero Jaume Lita en estas mismas páginas de El Debate, la lluvia que se acumuló aquel fatídico día en algunas localidades de la provincia de Valencia superó en una hora los registros que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había previsto para doce. Si a este diluvio añadimos que el Gobierno central no había movido un dedo para desviar el barranco del Poyo, entre otras cosas porque, según admitió en un documento oficial el Ministerio de Transición Ecológica, el proyecto aprobado en 2010 resultaba «incompatible» con la Ley de la Huerta aprobada por la Generalitat del PSPV-PSOE y Compromís bajo el mandato del socialista Ximo Puig, la catástrofe estaba servida. Cierto es que, como ha reconocido Carlos Mazón, aquel 29 de octubre se habrían podido hacer mejor las cosas. Faltaron reflejos para haber alertado a la población del grave riesgo que entrañaba salir a la calle o permanecer en plantas bajas de las localidades de la cuenca del río Magro, del Turia y del barranco del Poyo.

Ajenos a la trifulca política, los días posteriores a la dana del año pasado, miles de españoles se desplazaron a Valencia para ayudar a los valencianos sin necesidad de que éstos se lo pidiéramos. Entre el fango, los coches amontonados y los cadáveres sin levantar, el pueblo español dio una lección de solidaridad. Sin embargo, apenas unos días después de la tragedia, comenzó a gestarse un movimiento para politizar la dana con un doble objetivo: acabar con el Gobierno de Carlos Mazón y eximir de toda responsabilidad al de Pedro Sánchez.

Paradójicamente, el PSPV-PSOE y Compromís han contado como aliados en su particular cruzada contra la Generalitat elegida legítimamente por los valencianos en las elecciones autonómicas de 2023 con entidades que pretenden romper España y que abogan abiertamente por los inexistentes 'países catalanes'. Desde Acció Cultural del País Valencià a Arran, la izquierda valenciana ha tomado las calles pensando que constituyen el atajo más propicio para volver al Palau de la Generalitat.

Frente al politiqueo de quienes no ven la viga en el ojo propio (léase aquí lo que hicieron los socialistas los peores días de la dana) siempre quedará el orgullo de ser español y valenciano. Un pueblo unido frente a la tragedia que ha sido capaz de emprender el camino de la recuperación sin necesidad de que nadie le pidiera nada a cambio. Era una cuestión de solidaridad y de humanidad.

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