Imagen tomada este miércoles en el Palau de la Generalitat de Juanfran Pérez Llorca anunciando la remodelación del Gobierno valenciano

Imagen tomada este miércoles en el Palau de la Generalitat de Juanfran Pérez Llorca anunciando la remodelación del Gobierno valencianoEuropa Press / Rober Solsona

Pérez Llorca asume en primera persona la defensa del valenciano frente a las injerencias del catalanismo

El jefe del Consell dirigirá desde Presidencia la política lingüística con tal de «reforzar el uso y la promoción» del idioma autonómico, mandando un claro mensaje a quienes atacan la identidad de la región

El nuevo Gobierno anunciado este miércoles por Juanfran Pérez Llorca dejó bastantes continuidades, alguna entrada y una salida en lo que a composición del Gabinete se refiere. Sin embargo, en el ámbito competencial sí hubo alguna sorpresa llamativa y con un especial significado político. Quizás la más importante sea que es el propio jefe del Consell el que asume en primera persona la política lingüística que se va a llevar a término en la Comunidad en lo que resta de legislatura. Hasta ahora, era una competencia dependiente de la Consellería de Cultura.

Valencianoparlante, en la misma comparecencia en que anunció los miembros de su Ejecutivo, aseguró que este paso dado tiene como objetivo «reforzar el uso y la promoción» de la lengua regional. Si fuera únicamente una tarea meramente jurídica o legal, al nuevo presidente de la Generalitat le bastaría con el Estatuto de Autonomía. Sin embargo, la problemática es aún mayor dadas las continuas y numerosas injerencias provenientes de la órbita del independentismo catalán, en el que desde hace un tiempo también está incluido el PSOE.

No son pocos frentes los que va a tener que combatir Pérez Llorca desde su responsabilidad de defensa del valenciano. Uno de ellos es la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). La polémica sobre su querencia a la unidad lingüística entre valenciano y catalán viene de bastante atrás. Tan es así, que meses atrás fue el propio Carlos Mazón el que propuso cambiar los estatutos para que la institución pase a llamarse Acadèmia de la Llengua Valenciana. En este sentido, el jefe del Consell ya deslizó sus intenciones durante la investidura:

«LA RAE por ejemplo no se dedica a la promoción de la lengua, no se creó con esa finalidad y tampoco la Acadèmia», señaló, tras asegurar que «el problema» en la actualidad es el de la «gestión de una AVL mal entendida», algo con lo que Vox coincidió y lo que le permitió, junto a otras materias, llegar al Palau.

Imagen de Juanfran Pérez Llorca tomada este miércoles en el Palau de la Generalitat minutos antes de dar a conocer los miembros de su Consell

Imagen de Juanfran Pérez Llorca tomada este miércoles en el Palau de la Generalitat instantes antes de dar a conocer los miembros de su ConsellEuropa Press / Rober Solsona

En relación a la AVL, dos de sus máximas defensoras son personalidades más que relevante en el PSOE. Una es la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y la segunda es la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, además de líder del PSPV y candidata socialista a la presidencia de la Generalitat Valenciana, Diana Morant.

Morant y el «catalán/valenciano»

Así, la primera este mismo miércoles firmó una subvención anual hasta 2027 prorrogables otros dos por valor de 25.000 euros cada año a la AVL para la traducción al catalán de las distintas iniciativas legislativas aprobadas por la Cámara Baja que se publiquen en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En cuanto al entusiasmo de Morant, que hace una defensa numantina de la denominación «catalán/valenciano» le llevó a destinar el pasado mes de octubre 198.000 euros a la misma AVL, la primera vez en la historia que el organismo se beneficia de una ayuda de este tipo.

Igualmente, Llorca es consciente de que el binomio izquierda y secesionismo catalán no solo se da en los parlamentos, sino también en las calles. Buena muestra de ello es la retahíla de manifestaciones en contra de la gestión de la dana, promovidas y secundadas, aunque este aspecto con respaldo menguante, por asociaciones de izquierdas e independentistas, tales como Acció Cultural del País Valencià (ACPV) e Intersindical, un colectivo ligado a Compromís.

Si hasta octubre las protestas eran para exigir la dimisión de Mazón, las últimas exigencias vienen siendo para pedir la salida en pleno del Consell y la de Pérez Llorca pese a que no tuvo ninguna responsabilidad ejecutiva en cómo se hicieron las cosas el 29 de octubre de 2024.

Por tanto, el presidente de la Generalitat, antes de tomar incluso sus primeras medidas como máximo mandatario de la región, ha mandado un mensaje más que claro a todos los grupos y políticos que crean que un cambio de Gobierno puede ser sinónimo de la más mínima oportunidad para tratar de menospreciar la identidad valenciana al estilo en que se hacía en la época de Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos. La política lingüística, en Presidencia; la lengua, la de todos los valencianos.

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