"Sabemos que un #F18 no llega al espacio pero oye… ha quedado bonito

"Sabemos que un #F18 no llega al espacio pero oye… ha quedado bonitoEjército del Aire

Defensa  Ejército del Aire y del Espacio: el porqué y las consecuencias de la nueva denominación

La utilización creciente del segmento espacial para fines comerciales, científicos, industriales, geoestratégicos y de seguridad y defensa hacen necesario garantizar el acceso continuado a los servicios que se obtienen a través del Espacio

Ahora que el Ejército del Aire y del Espacio acaba de celebrar la gala de entrega de sus premios, bajo el lema ‘Una mirada al Espacio’, conviene hablar del nuevo nombre de nuestra fuerza aérea, el porqué y sus consecuencias.

El cambio de denominación de Ejército del Aire a Ejército del Aire y del Espacio, aprobado por Real Decreto, reconoce, en palabras de su máximo mandatario, que «el continuo aire-espacio conforma el nuevo ámbito aeroespacial, así como las tareas que en él lleva décadas realizando el hasta ahora Ejército del Aire, y refuerza la importancia del espacio ultraterrestre para la seguridad y defensa, destacando el papel esencial que deben jugar las Fuerzas Armadas en la protección y el control del Espacio y desde el Espacio».

Afirma igualmente el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, general del aire Javier Salto Martínez-Avial, que «nuestra vida cotidiana no sería concebible sin los servicios básicos procedentes de las capacidades espaciales, que confieren a satélites e infraestructuras espaciales un carácter estratégico para el interés nacional».

El porqué

La utilización creciente del segmento espacial para fines comerciales, científicos, industriales, geoestratégicos y de seguridad y defensa hacen necesario garantizar el acceso continuado a los servicios que se obtienen a través del Espacio. Por ello, garantizar su uso libre es esencial para la vida de los ciudadanos, ya que muchos servicios que utilizamos cada día provienen de él. Hablamos de la observación de la Tierra, fundamental para el apoyo en caso de catástrofes naturales, e imprescindible para la conducción de las operaciones militares y la toma de decisiones; la predicción meteorológica y el acceso a información oceanográfica, necesarias para el planeamiento de operaciones terrestres, marítimas y aéreas; la obtención de información desde el Espacio, esencial en la elaboración de inteligencia sobre actividades en áreas de interés; las comunicaciones vía satélite, claves para el mando y control de las operaciones; el posicionamiento a través de los sistemas GPS o Galileo y el sincronismo de tiempo asociado a estos sistemas; la alerta temprana frente al posible lanzamiento de misiles de largo alcance, una necesidad creciente frente a las amenazas actuales y futuras; etc.

Wallpaper difundido por el Ejército del Aire y del Espacio en sus redes sociales

Wallpaper difundido por el Ejército del Aire y del Espacio en sus redes socialesEjército del Aire y del Espacio

Responde así el cambio de denominación a una evolución lógica que la fuerza aérea española lleva a cabo desde hace años, por la cual está desempeñando cada vez más responsabilidades y misiones en ese ámbito espacial. En el nivel político-estratégico, se reconoce la necesidad de afrontar la seguridad del espacio aéreo y ultraterrestre de manera unificada. Y en la dimensión militar, la doctrina nacional e internacional establece el requisito de que la seguridad en ambos espacios sea convenientemente coordinada, al considerar al ámbito aeroespacial como un ámbito físico continuo.

De ahí la necesidad de que el Ejército del Aire y del Espacio adquiera un papel de protagonismo como representante del Ministerio de Defensa en la futura Agencia Española del Espacio, encaminada a garantizar el desarrollo y ejecución de una política espacial nacional.

Consecuencias: nuevas capacidades

Todo ello a través de la experiencia espacial que otorga las capacidades de que dispone: el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación, unidad que satisface las necesidades de las Fuerzas Armadas y de organismos gubernamentales en este ámbito; la Escuadrilla de Transmisiones número 5, que en lo que concierne a comunicaciones por satélite, proporciona capacidad SATCOM; y desde el año 2019, el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), cuya misión principal es la vigilancia y conocimiento de la situación espacial, además de proporcionar otra serie de servicios relacionados con el Espacio y colaborar con diferentes organismos civiles y militares, nacionales y extranjeros.

Para integrarlos a todos, en 2020 se incorporó en la estructura orgánica del ya Ejército del Aire y del Espacio la Jefatura del Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial (JSVICA), responsable de dirigir, coordinar y evaluar las funciones del sistema de mando y control que posibilitan la vigilancia y el control del espacio aéreo y el espacio exterior, así como la conducción de las operaciones aéreas.

Otro espectacular fondo de pantalla del Ejército del Aire y del Espacio

Otro espectacular fondo de pantalla del Ejército del Aire y del EspacioEjército del Aire y del Espacio

Los siguientes pasos irán encaminados a dotar a nuestra fuerza aérea de la capacidad para liderar una estructura operativa que integre y gestione eficientemente las capacidades espaciales de las Fuerzas Armadas, consolidar la capacidad de vigilancia y seguimiento espacial, reforzar la capacidad de obtención de información desde el Espacio y disponer de la capacidad de mando y control espacial, como requisito necesario para la explotación segura del Espacio como dominio operacional.

El Ejército del Aire y del Espacio continuará evolucionando para liderar el mando y control de este dominio e incorporar aquellas capacidades específicas y conjuntas que se consideren para cumplir sus cometidos, incluyendo las necesidades de recursos e infraestructura asociadas.

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