"España necesita, y seguirá necesitando, una Armada decisiva y relevante", afirma el Almirante Jefe de Estado Matyor de la Armada, Antonio Piñeiro

El nuevo escenario geoestratégico ha convertido en una obligación para la OTAN el aumento del gasto militar. En la imagen, grupo naval españolKindelán

Fuerzas Armadas

El gasto en defensa, en el furgón de cola de las prioridades del presupuesto español

Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 son los últimos aprobados por el Gobierno español, ya que en 2024 se prorrogaron. Efectuando un análisis comparativo del gasto en distintas políticas públicas en España, se puede concluir en primer lugar que la política de defensa se encuentra en el furgón de cola en cuanto a asignación presupuestaria, con un 1 del total del gasto. Este porcentaje es significativamente menor en comparación con otras áreas clave como pensiones (15,51 %), deuda pública (10,46 %), sanidad (6,51 %) y educación (4,39 %). Hay que señalar, no obstante que el gasto en defensa no ha dejado de crecer en la última década. De hecho, desde 2018 España ha incrementado la inversión en defensa en más de un 62 %, según los datos de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE).

Gasto de defensa en el conjunto de las administraciones públicas

Gasto de defensa en el conjunto de las administraciones públicasFuente: Presupuestos Generales del Estado para 2023

Pese a ello, la baja inversión en defensa en relación con otras prioridades de gasto ha sufrido un punto de inflexión a causa del inestable contexto geopolítico. La política de pensiones absorbe la mayor parte del gasto público, con un 15,51 % del presupuesto. Esto se debe, en gran medida, al envejecimiento de la población y a un sistema difícil de sostener para pagar las pensiones. La deuda pública ocupa el segundo lugar con un 10,46 %, y refleja el peso de los compromisos financieros adquiridos por el Estado. En tercer lugar, la sanidad recibe un 6,51 %, una cifra destinada a garantizar el acceso universal a los servicios de salud.

En contraste, el gasto en defensa parece modesto. De hecho, este dato es particularmente relevante por lo que se refiere a los compromisos de España con la OTAN. Pese al rearme generalizado en toda Europa, el objetivo de los aliados de destinar al menos el 2 % de su PIB a la defensa parece aún lejos de alcanzar para España. De entrada, hay cuatro conclusiones claves:

1. La defensa ha sido una prioridad menor en el gasto público.

El gasto en defensa representa solo un 1 % del total, situándose en el furgón de cola junto a justicia (0,44 %) y agricultura (1,14 %). El gobierno prioriza las áreas sociales.

2. La mayor parte del presupuesto se destina a pensiones y deuda pública.

Las pensiones y la deuda pública absorben una gran parte del presupuesto. Este alto gasto limita el margen de maniobra para aumentar la inversión en otras áreas, incluida la defensa.

3. España no cumple ni de lejos con el objetivo de gasto en defensa de la OTAN.

España sigue lejos de alcanzar el 2 % del PIB en gasto militar que reclama la OTAN. Las presiones de los aliados se han multiplicado para que España cumpla con sus compromisos en materia de seguridad y defensa colectiva.

4. Es necesaria la modernización de las fuerzas armadas y ganar autonomía estratégica.

La reducida inversión en defensa ha repercutido en la capacidad de modernización del equipamiento militar y en la preparación operativa de las fuerzas armadas. A medio plazo, es necesario aumentar la autonomía estratégica del país y reducir la dependencia de aliados internacionales en materia de seguridad.

Ante este panorama, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó el pasado día 7 de marzo que está dispuesto a hacer «un esfuerzo» para que el gasto en Defensa de España alcance el 2 % del PIB antes del año 2029, fecha prevista en un principio. Sánchez hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior a la cumbre extraordinaria de líderes europeos que se celebró en Bruselas. Sin embargo, no concretó cómo se va a llevar a cabo ese adelanto del esfuerzo presupuestario. La negativa de sus socios a aumentar el gasto militar le obliga a buscar un entendimiento con el Partido Popular, que ya ha manifestado que no está dispuesto a firmar un cheque en blanco. La UE se ha abierto a ampliar las partidas de defensa, que podrían no computar en las reglas fiscales. Esta es una de las vías que se plantean, ya que países como España, Polonia y Francia defienden ampliar el concepto de gasto militar, e introducir, por ejemplo, la lucha contra ciberataques.

Evolución prevista del Presupuesto de Defensa de España para alcanzar el 2% en 2029

Evolución prevista del Presupuesto de Defensa de España para alcanzar el 2% en 2029PIB: Datos OCDE y FMI.

El presidente del Gobierno va a mantener una serie de reuniones este jueves en la Moncloa con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y el resto de grupos parlamentarios —todos salvo Vox— en las que abordarán la situación en Ucrania y también el aumento del gasto en Defensa para lograr llegar al 2% del PIB antes de 2029. Un objetivo que supone también un reto presupuestario, ya que el objetivo pendiente suponía aumentar la inversión en más de 12.000 millones entre 2025 y 2029. Con los presupuestos prorrogados y un evidente retraso en el camino, lo cierto es que supone un verdadero reto lograr revertir la evolución prevista y ponerse a la altura de los países aliados.

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