Operación Atalanta: así se vigila desde España la piratería en el océano Índico

«Tenemos una aproximación sospechosa de tres esquifes», es el aviso que reciben en el Centro de Operaciones Conjuntas (JOC) de la Operación Atalanta, situado en la Base Naval de Rota, a unos 5.000 kilómetros del suceso. El Minerva Kalypso, un carguero con pabellón griego, que navega por el Golfo de Adén, solicita ayuda a la operación para enfrentar un posible ataque. Puede que sean piratas o una falsa alarma, pero hay que comprobarlo. El equipo se pone en marcha. Es una actividad rutinaria que realizan desde la Operación Atalanta, creada en 2008 por la Unión Europea, para luchar contra la piratería y garantizar la seguridad del comercio marítimo en las costas del Índico occidental.

La llamada de aviso ha llegado desde el UK Maritime Trade Operations (UKMTO), punto de contacto principal para los buques mercantes y que a su vez facilita la coordinación con las fuerzas militares de la región. Tras responder al teléfono, el oficial de guardia (Watch Keeper) notifica los detalles a su compañero de vigilancia, (WatchkKeeper Assistant), y le solicita una evaluación de la situación, para poder valorar mejor la respuesta ante una posible amenaza. En segundos, el suboficial obtiene la ubicación exacta del buque e informa del riesgo considerable al que se enfrenta el Minerva Kalypso a pesar de contar con «personal armado» de seguridad a bordo. Con la información recopilada, el Watchkeeper pone en situación a su superior, un capitán español del Ejército del Aire y del Espacio, y sugiere contactar con la fragata F-85 Navarra «que apenas está a 80 millas». La fragata española, relevó a la Reina Sofía a finales de mayo y desde entonces está desplegada en la región, además sirve de buque de mando, es decir, como Cuartel General de la Fuerza (FHQ, Force Headquarters) de la rotación actual. El buque cuenta con una dotación de 220 militares, un helicóptero SH-60B y un dron (UAV, vehículo aéreo no tripulado, por sus siglas en inglés) Scan Eagle, muy útil en misiones de reconocimiento, como pueden ser las de piratería, en las que permiten ver lo que sucede en tiempo real. En menos de 2 minutos desde la primera llamada, el Capitán a cargo de la vigilancia llama al Estado Mayor Conjunto de la Operación Atalanta para informar y sugerir un plan de acción, que en este caso consiste que la fragata Navarra se aproxime al buque mercante para «proporcionar seguridad al barco y, una vez allí, analice la situación». Aprobada la decisión, el Watchkeeper llama por una línea segura al Estado Mayor embarcado en la Fragata Navarra para que realicen la labor de protección.

Guardianes del océano Índico

Lo que sucedió después con el Minerva Kalypso no se sabrá jamás, no porque sea secreto, sino porque todo ha sido un simulacro. El nombre del buque fue elegido al azar para realizar un ejercicio ficticio de cómo trabaja el equipo del JOC. Aunque todo este proceso, que apenas dura unos minutos, es real, al igual que la labor desde el mar que realiza la fragata Navarra. Como es evidente, el Cuartel General de la Operación Atalanta que hemos visitado es una zona de máxima seguridad, y la sala del JOC aún más, por lo que para esta crónica algunos datos se han suprimido por motivos de seguridad, y para hacer la simulación del seguimiento del buque Minerva el equipo ha utilizado una aplicación de libre acceso que está entre las que utilizan cotidianamente junto con las que proporciona el Maritime Security Centre Indian Ocean (MSCIO), que contienen información sensible. Sin embargo, el JOC afronta situaciones similares a la del simulacro todos los días. El equipo está formado por militares de diversos países de la Unión Europea: el mando de la sección de operaciones lo asumen siempre militares franceses, como Jefes del Estado Mayor Adjunto (Assistant Chief of Staff, por sus siglas en inglés), después hay otros perfiles como el del experto en industria marítima cuya labor es la de mantener relación con las empresas navales, las navieras y otros organismos relacionados con la seguridad y el comercio marítimo; también está el Air Ops, especialista en operaciones aéreas, función que ejerce el capitán del Ejército del Aire y el Espacio; a su vez, el capitán está al mando del JOC, ejerciendo la figura de JOC coordinator que es la sección encargada de la permanente vigilancia y seguimiento de las operaciones.

Es una oficina de vigilancia que nunca duerme. Siete días a la semana, todos los días del año. En el JOC reciben los avisos y deben están alerta para afrontar situaciones como las del simulacro o similares de piratería, acciones de contrabando y otros casos que precisen de una acción por parte de la Operación Atalanta para garantizar la seguridad y el comercio marítimo. Que el Cuartel General esté en España y a 5.000 kilómetros del teatro de operaciones, demuestra la importancia que tiene la región como una de las vías comerciales marítimas más importantes del mundo, que conecta Asia y Europa a través del Mar Rojo y el Canal de Suez; y que durante años se ha visto afectada por la piratería proveniente de Somalia.