Los «ciberperros» toman el campo de maniobras de La Legión en Viator en un ejercicio pionero sobre la guerra del futuro
Ejército de Tierra La Legión adiestra a ciberperros militares para primera línea de fuego
El campo de maniobras y tiro de la base Álvarez de Sotomayor, sede de La Legión en Viator (Almería), ha sido escenario de una jornada de experimentación tecnológica que marca un nuevo paso en la transformación de las Fuerzas Armadas. Durante la Campaña de Experimentación Táctica 2025, el Ejército de Tierra ha puesto a prueba drones, contradrones, sensores inteligentes y robots terrestres —los llamados cyberdogs— con el objetivo de alejar al combatiente humano de la primera línea de fuego.
«El desarrollo de sensores y robots ha alcanzado un punto en el que la presencia humana en determinadas franjas del terreno resulta prácticamente imposible», explicó el coronel Alberto Quero, jefe del Centro de Fuerza Futura 2035 del Estado Mayor del Ejército. Quero denominó a esa zona la «franja robótica», un espacio de combate en el que los sistemas no tripulados sustituirán al soldado en misiones de mayor riesgo.
El ejercicio, que comenzó el 27 de octubre y concluirá este viernes, ha contado con la participación de las Fuerzas Armadas, la industria nacional y un grupo de 25 observadores internacionales. Según el coronel Quero, los asistentes «han quedado bastante impresionados» por el nivel tecnológico alcanzado. El objetivo es doble: identificar las capacidades que las unidades necesitan y comprobar qué puede ofrecer la industria nacional para satisfacerlas.
Durante las maniobras se han evaluado sistemas aéreos y terrestres no tripulados, capacidades de guerra electrónica, sistemas antidron, municiones merodeadoras y soluciones de comunicaciones satelitales y 5G en entornos tácticos reales. «Se trata de reproducir un campo de batalla moderno y tecnificado, como el que estamos viendo en Ucrania», señaló Quero.
Los «ciberperros» toman el campo de maniobras de La Legión en Viator en un ejercicio pionero sobre la guerra del futuro
El jefe del Centro de Fuerza Futura subrayó que el 99 % de las empresas participantes son españolas, lo que demuestra el compromiso de la industria nacional con la innovación en defensa. También destacó la «mejora significativa» respecto a los ejercicios celebrados en junio, y adelantó que la próxima campaña, prevista para abril de 2026, «dará un paso más» en la integración de la robótica y la inteligencia artificial en las operaciones militares.
Por su parte, el teniente coronel Francisco Olivares, del mismo centro, destacó la necesidad de formar a los soldados en competencias tecnológicas. «Nuestros hombres seguirán estando, pero detrás de cada robot», afirmó. «Lanzaremos los robots a vanguardia y desde atrás serán controlados para poder combatir. El objetivo es lograr bajas cero», añadió.
El nuevo campo de batalla
Olivares definió este entorno como un «campo de batalla transparente», donde todos los elementos —drones, robots, sensores y municiones inteligentes— estarán hiperconectados. En esta nueva concepción táctica, los sistemas autónomos detectan, fijan y neutralizan amenazas, mientras los combatientes humanos operan desde posiciones más seguras en la retaguardia.
Los mandos del Ejército de Tierra han destacado especialmente el papel de La Legión y de la Brigada «Rey Alfonso XIII» II, que, a través de la Brigada Experimental 2035, lideran los avances en experimentación tecnológica. «Sin el compromiso de la Legión, este proceso no sería posible», subrayó el coronel Quero, recordando que el proyecto comenzó en 2017 y que, antes de final de año, La Legión adoptará una plantilla experimental que servirá de modelo para el resto de brigadas.
La jornada también consolidó el modelo de colaboración con la industria nacional, con la participación de más de veinte pequeñas y medianas empresas y start-ups que aportaron sus prototipos sobre el terreno. La presencia de representantes de la Agencia Europea de Defensa, de grupos de trabajo de la OTAN y de países aliados permitió observar los avances españoles en interoperabilidad y sistemas no tripulados.
Según Defensa, este tipo de ejercicios no solo impulsa la modernización de las Fuerzas Armadas, sino que también refuerza la cooperación internacional y la adopción de estándares comunes en el marco de la defensa colectiva aliada.
