El Patrullero Vigía asumió el seguimiento de unidades navales rusas durante su paso por el Estrecho de Gibraltar

El Patrullero Vigía asumió el seguimiento de unidades navales rusas durante su paso por el Estrecho de GibraltarEstado Mayor de la Defensa

Armada española  Una fragata y dos patrulleros españoles siguen a unidades navales rusas detectadas en el norte y sur de España

El Estado Mayor de la Defensa ha informado de que la fragata Blas de Lezo (F-103) y los patrulleros Vigía y Medas han participado en misiones de vigilancia y seguimiento de unidades navales rusas en aguas de interés para España, en el marco de las Operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD), bajo control del Mando Operativo Marítimo.

La Armada Española ha desplegado varios de sus buques para monitorizar la navegación de unidades navales rusas en distintas áreas marítimas de interés nacional, tanto en el norte como en el sur de España. Estas actuaciones se han desarrollado dentro de las Operaciones permanentes de Presencia, Vigilancia y Disuasión, una de las principales herramientas de las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad de los espacios marítimos de soberanía e interés estratégico.

Fragata Blas de Lezo (F-103)

Fragata Blas de Lezo (F-103)Armada Española

La fragata Blas de Lezo , con base en el Arsenal Militar de Ferrol, fue alertada y alistada para llevar a cabo una misión específica de seguimiento de dos unidades navales rusas que habían iniciado su tránsito desde el mar Báltico con destino al mar Mediterráneo. El buque español, integrado en el Mando Operativo Marítimo y bajo control operativo del Mando de Operaciones, se hizo a la mar tras recibir la orden correspondiente.

El inicio del seguimiento tuvo lugar en el límite norte de la Zona Económica Exclusiva española, donde las unidades rusas estaban siendo previamente monitorizadas por una fragata de la Marina francesa. Tras el relevo, la Blas de Lezo asumió la misión de vigilancia y seguimiento continuado de los buques rusos durante su tránsito por aguas de interés para España. La operación se prolongó durante dos días, en los que la fragata española mantuvo una presencia constante, recabando información y asegurando el conocimiento de la situación marítima.

Esta actuación se enmarca en las operaciones permanentes de vigilancia, bajo el control del Mando de Operaciones y la conducción del Mando Operativo Marítimo. Estas misiones permiten, según la doctrina militar, incrementar el conocimiento del entorno, anticipar posibles riesgos y garantizar una respuesta proporcionada ante cualquier eventualidad que pudiera afectar a la seguridad marítima.

Una vez completada su cometido, la Blas de Lezo fue relevada por un patrullero de la Marina portuguesa, que continuó el seguimiento de las unidades rusas en su área de responsabilidad. Tras el relevo, la fragata española inició su tránsito de regreso a su puerto base en Ferrol, donde quedó disponible para futuras misiones asignadas.

Paso clave

La vigilancia de estas unidades no se limitó al norte peninsular. Tras abandonar las aguas portuguesas, el patrullero Vigía asumió el seguimiento de los mismos buques rusos durante su paso por el Estrecho de Gibraltar, una de las zonas marítimas de mayor relevancia estratégica para España por su intenso tráfico y su condición de punto de conexión entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Desde esta posición, el patrullero garantizó la continuidad del control y la monitorización durante el tránsito por este paso clave.

De forma paralela, el patrullero Medas llevó a cabo una misión similar en el mar de Alborán, donde monitorizó la navegación de otras dos unidades navales rusas. Tras completar los cometidos de vigilancia y seguridad marítima asignados, el Medas regresó a su puerto base en Cádiz, cerrando así el dispositivo desplegado por la Armada en el sur peninsular.

Integrados en este mando, distintos buques de la Armada realizan de forma permanente misiones en la mar, contribuyendo a la vigilancia de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional. Estas operaciones se desarrollan bajo control operativo del Mando de Operaciones y constituyen una herramienta clave para la seguridad marítima, al permitir detectar de forma temprana posibles amenazas y facilitar una respuesta inmediata y eficaz ante situaciones de crisis.

Junto al Mando Operativo Marítimo, los Mandos Operativos Terrestre, Aéreo, Espacial y Ciberespacial conforman la estructura de mandos permanentes de las Fuerzas Armadas. De manera diaria, alrededor de 850 militares participan en estas operaciones permanentes, que se desarrollan tanto en territorio nacional como en los espacios de interés estratégico para España.

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