Ejército del Aire y del Espacio  El Eurofighter, contra el caza ruso SU-30: «El Sukhoi es nuestro principal rival y amenaza»

El Ejército del Aire y del Espacio ha concluido con éxito en la Base Aérea de Gando el ejercicio Ocean Sky 2025, considerado el principal adiestramiento de combate aéreo de Europa. Durante dos semanas, más de 50 aeronaves de Alemania, Grecia, Portugal, Estados Unidos e India —junto a las unidades españolas— han ejecutado 650 operaciones combinadas, bajo la dirección del Mando Aéreo de Combate.

El Eurofighter Typhoon, desarrollado por Airbus, Leonardo y BAE Systems, ha sido el gran protagonista del ejercicio. Este avión multirrol, pieza clave en la Policía Aérea de la OTAN, garantiza la seguridad del espacio aéreo europeo frente a amenazas externas como Rusia. El 23 de octubre, dos Eurofighters españoles interceptaron a un Sukhoi Su-30 y a un Il-76 ruso que cruzaron brevemente la frontera lituana, evidenciando la importancia de una respuesta rápida y coordinada. En ese instante, dos Eurofighters españoles, pertenecientes a la misión de la Alianza en los países bálticos , fueron inmediatamente alertados, patrullando y vigilando el espacio aéreo. No es la primera vez que Rusia viola el espacio aéreo de un país miembro de la Unión Europea y de la OTAN.

El ejercicio reunió a cazas Eurofighter españoles y alemanes, F-18 españoles, F-15 estadounidenses y F-16 portugueses y griegos. Ocean Sky 2025 marcó un hito histórico al contar por primera vez con la participación del Sukhoi Su-30 de fabricación rusa, de origen indio. Esta participación no solo convirtió a la India en la primera nación no perteneciente a la OTAN en unirse al ejercicio, sino que también constituyó una oportunidad desde el punto de vista táctico para medirse con este caza: «El Sukhoi es nuestro principal rival y amenaza».

Durante el Ocean Sky, los pilotos españoles y alemanes, armados con misiles Meteor, Iris-T y AMRAAM, simularon combates contra los Sukhoi Su-30, en escenarios realistas de superioridad aérea. En este sentido, tanto el Ejército del Aire como Airbus han hecho público un interesante relato del ejercicio en el que algunos de sus protagonistas explican la importancia de medirse con un caza de combate ruso. El comandante español Juan Bengoechea, responsable de una de las misiones principales, explicó que el objetivo era «aprovechar las fortalezas que cada nación tiene en sus capacidades para aunarlas en función de la tarea».

El piloto alemán conocido como Bigfoot destacó la utilidad del entrenamiento conjunto con la Fuerza Aérea India, que opera los Sukhoi: «Es un avión muy capaz y muy ágil. Conocer cómo combate el Su-30 nos permite aprovechar las fortalezas del Eurofighter». Según el teniente coronel Christian Blohm, jefe del destacamento alemán, «nuestra misión es defender el espacio aéreo de la OTAN, y eso solo se logra mediante un entrenamiento constante con nuestros socios».

El teniente coronel Eladio Leal, responsable de planear el ejercicio, subrayó que el Ocean Sky 2025 «ha sido un éxito tanto por la calidad como por la cantidad de operaciones», y que «los países aliados han participado de manera muy activa en el planeamiento conjunto». Además de los ejercicios en vuelo, destacó la importancia del trabajo en tierra: mantenimiento, repostaje, seguridad y coordinación entre equipos de distintas nacionalidades.

Desde su despacho en el hangar H15, el teniente coronel Fernando Ramírez, jefe accidental de la base y del Ala 46, señaló que el Ocean Sky es «el examen anual para nosotros», un entrenamiento que permite «aprender a interoperar con otras fuerzas aéreas extranjeras a un nivel de máxima calidad». Ramírez subrayó la exigencia logística de acoger medio centenar de aeronaves y elogió la labor de los equipos de apoyo: «Nuestro reto es integrar todos los elementos necesarios: repostajes, mantenimiento, cocina, seguridad y combustibles. Se ha hecho una labor excelente».

El oficial destacó además que buena parte del personal se encuentra en plena transición del F-18 al Eurofighter, un proceso que ha obligado a «redoblar esfuerzos pero también ha aportado una experiencia de primer nivel».

El Ocean Sky 2025 ha permitido ensayar misiones ofensivas y defensivas de superioridad aérea, mejorando la interoperabilidad, liderazgo táctico y cooperación internacional entre aliados. Más allá del ámbito operativo, el ejercicio incluyó actividades culturales y de confraternización, como el intercambio de parches, jornadas gastronómicas y encuentros entre mandos militares y representantes de AENA y ENAIRE, reforzando los lazos civiles y militares que hacen posible este despliegue.

Con el regreso de las aeronaves a sus países de origen, España reafirma su papel como referente europeo en defensa aérea y en la cooperación multinacional de la OTAN.