El investigador gallego César de la Fuente Núñez

El investigador gallego César de la Fuente NúñezEFE

Un gallego descubre en unas horas casi un millón de nuevas moléculas antibióticas con Inteligencia Artificial

Se trata de una investigación sin precedentes en la historia de la ciencia

El investigador gallego César de la Fuente lidera un revolucionario estudio que acelera el hallazgo de antimicrobianos para hacer frente a las superbacterias resistentes a los tratamientos convencionales.

Un hallazgo sorprendente pero más aún lo es el tiempo que han empleado en sacarlo a la luz. Si en condiciones normales los investigadores pueden tardar años en descubrir un antibiótico con un posible potencial terapéutico, en este caso el trabajo se ha hecho en horas mediante un sistema de inteligencia artificial (IA) de aprendizaje profundo.

A través de la IA, este equipo, liderado por el investigador gallego, ha podido identificar casi 900.000 moléculas con potencial antibiótico en apenas unas horas. De esta manera se ha logrado acelerar el descubrimiento de una forma nunca vista.

El siguiente paso es demostrar su efectividad contra patógenos resistentes a los medicamentos, pero para ello hay que llevarlas a laboratorio y, dado el volumen de las mismas, hacerlo poco a poco.

Así fue el estudio

El estudio, que se publica en la revista Cell, ha sido dirigida por el científico gallego César de la Fuente Núñez, responsable del Machine Biology Group en la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) en colaboración con el laboratorio de Luis Pedro-Coelho en el Centro de Investigación del Microbioma de la Universidad Tecnológica de Queensland.

Los investigadores utilizaron el aprendizaje automático profundo para examinar 63.410 metagenomas el conjunto de genes microbianos conocidos, y 87.920 genomas microbianos descritos por la ciencia y accesibles en las bases públicas. Por medio de esta intensa exploración computacional, realizada en horas, pudieron identificar 863.498 moléculas con potencial antibiótico, la mayoría de las cuales no se conocían con anterioridad.

De ellas, los científicos seleccionaron a cien, que se probaron tanto en cultivos in vitro como en un modelo ratón preclínico para demostrar su efectividad contra patógenos resistentes a los medicamentos.

En todos los casos se demostró una alta eficacia, por lo que los laboratorios de todo el mundo tienen ahora a su disposición la posibilidad de trabajar con estas moléculas para desarrollar nuevos antibióticos, algo especialmente importante en un momento en el que se ha constatado un aumento de las infecciones resistentes a las terapias actuales, lo que se ha convertido en un problema de salud global apremiante.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antimicrobianos se ha convertido en una de las diez mayores amenazas para la salud pública mundial, lo que ha llevado a la organización a instar repetidamente a la búsqueda de nuevas soluciones. Y ahora se ha encontrado un recurso valioso a explorar.

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