Iara en una imagen en el hospital

Iara en una imagen en el hospital

Muere a los 41 años Iara, la enferma de cáncer que luchó contra el reparto autonómico de la Sanidad

Iara era y es ejemplo de lucha pero, no sólo de eso, sino también de constancia y de implicación. No quería dejar este mundo sin dejar también huella y así lo hizo

Iara Mantiñán ha fallecido este sábado rodeada de sus seres queridos. La mujer de 41 años llevaba más de 10 años luchando contra un cáncer ultrarraro, un condrosarcoma mixoide extraesquelético.

Hace apenas unas semanas, El Debate publicaba una entrevista con ella en la que contaba su historia y su experiencia con la sanidad. Iara era muy crítica con el reparto del sistema sanitario que llegó a perjudicarle en varias ocasiones durante su enfermedad.

Iara era y es ejemplo de lucha pero, no sólo de eso, sino también de constancia y de implicación. No quería dejar este mundo sin dejar también huella y así lo hizo.

«Pegada a la palabra, pegada a su sentido del deber por informar como periodista, y pegada a los corazones de todos los que la queremos, Iara vivió dando sentido absoluto a todas y cada una de las palabras que existen: en su faceta profesional y, sobre todo, personal», publicaban sus seres queridos en redes sociales.

«Iara ha tenido un efecto profundo en familiares, amigos, allegados y sobre aquellos que han rozado una de sus palabras o que han sabido de su esencia. Su fortaleza mental, sus ganas de vivir en el sentido más pleno y su inigualable capacidad de disfrutar de todo y de todos, son una huella que permanecerá y tendrá consecuencias en todos», añaden.

Una Sanidad dividida en 17

Entre las obvias dificultades que supone tener una enfermedad ultrarrara, Iara destacaba, en la entrevista con este medio, el principal problema de la sanidad española. Lo hizo fuera de toda ideología y basada en su propia experiencia. La división de la sanidad a nivel autonómico convierte en un caos burocrático un problema de salud que, de por sí, conlleva una enorme dificultad.

No lo vivió ni una, ni dos veces. La última, casi le costó la vida tiempo antes de su muerte. El pasado mes de mayo, una complicación hizo que sufriese una hemoptisis, una eliminación de sangre a través del sistema respiratorio. Tosía y sangraba. Algo iba mal. O, mejor dicho, algo iba peor. Cuando llegó al hospital de La Coruña diagnosticaron una neumonía.

Al final tomó la decisión de pagar de su bolsillo una ambulancia que la trasladase a Madrid donde tenía esperanzas en un médico del Hospital Clínico de Madrid. A su llegada, con el informe en la mano en formato digital, la incompatibilidad y la falta de información entre sistemas sanitarios le hizo perder un tiempo vital. Aunque al final terminaron salvándole la vida, supuso un proceso traumático para ella y para su familia.

Ahora, Iara ha fallecido pero su lucha y su tesón vivirán para siempre.

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