La nueva normativa de movilidad de Coruña, al detalle: del adiós a los patinetes en las aceras a la elección del taxi

El Ayuntamiento de La Coruña es un no parar de restricciones y regulaciones. La aprobación de la tasa turística, la ordenanza de las viviendas de uso turístico, la primera ley sobre playas de la ciudad herculina, la que está por llegar para los emprendedores... y esta misma semana, el pleno ha dado luz verde a la nueva normativa en materia de movilidad, que entrará en vigor próximamente.

El Gobierno de Inés Rey, con el apoyo del BNG, materializó este jueves una batería de medidas de movilidad que afectará en gran medida a la vida de los coruñeses. Un decálogo del buen ciudadano. No sin polémica porque los retractores acusan a la alcaldía de primar más la recaudación que la mejora en esta cuestión, además de que se augura una futura licitación del servicio de ORA prevista para 2026, que aportará mucho dinero a las arcas.

Es este tema el que más críticas ha provocado. La nueva ordenanza contempla la posibilidad de ampliación, si así lo deciden, de las zonas ORA a nuevos barrios, duplicando los existentes si se confirma. Elviña, Lonzas, Sardiñeira, Matogrande, Los Mayos, Riazor y Ciudad Jardín tienen las horas contadas porque, como ya dijo el portavoz municipal del PP, Miguel Lorenzo, «si la ponen en la norma es por algo». Además, critican no atajar el verdadero problema de la ciudad: la falta de estacionamiento en la ciudad, donde es imposible aparcar.

Queda la franja de 8:00 a 20:00 de lunes a viernes, y de 8:00 a 14:00 los sábados para carga y descarga y se mantiene el máximo de una hora de aparcamiento en zona roja y los 20 minutos en verde, el color destinado a los residentes.

Por si fuera poco, se reservan el derecho de cambiar los horarios, tanto pudiendo limitar la franja nocturna como el fin de semana, e incluso, de 14:00 a 16:00, que hasta ahora no se paga. Se amplían también las zonas a la Zona de Bajas Emisiones, que se expande al Parrote, Ciudad Vieja y varias calles de Pescadería. En ellas, solo podrán acceder buses, taxis, vehículos autorizados y de carga o descarga, o con etiqueta ambiental 0 o ECO en las franjas marcadas.

No está permitido comer ni usar altavoces

Otro de los puntos más destacados de esta nueva ordenanza es la prohibición de comer y del uso de altavoces en los autobuses, dos conductas por las que los usuarios pueden ser multados con 200 euros. Recuerdan también que no esta permitido viajar con vasos o botellas sin tapa o llevar bolsas malolientes que puedan molestar o manchar al resto del pasaje.

Dentro de un mes se podrá elegir taxi entre los dos primeros de la parada. Del mismo modo, el viajero podrá pedir que un taxi en marcha se detenga y lo recoja si está a más de 50 metros de una parada. En cuanto a la calefacción y aire acondicionado, será decisión del propio usuario. La normativa obliga a los conductores de este transporte público a ayudar a las personas con movilidad reducida o con sillas de ruedas, además de encargarse de las maletas.

Patinetes y bicis, fuera de las aceras

Para los conductores de bicicletas y patinetes también hay regulaciones. Unos y otros solo podrán circular o bien por la calzada, a un máximo de 45 kilómetros por hora, o por el carril específico, a 20 kilómetros por hora. La única excepción son los menores de 12 años que sí podrán transitar por las aceras, aunque siempre acompañados por un adulto. Y, por supuesto, no podrán coger estos transportes si han bebido porque deberán cumplir con las normas como cualquier otro vehículo.