Este es el primer Monumento Nacional de Galicia

Este es el primer Monumento Nacional de GaliciaTurismo de Santiago

El primer Monumento Nacional de Galicia: un templo con las columnas y muros inclinados

Esta característica es fruto de un terreno inestable y de una construcción tan ambiciosa como compleja

Cuando se habla de Santiago de Compostela lo primero que viene a la mente es la imponente Catedral, destino de miles de peregrinos que cada año recorren el Camino. Sus torres, plazas y calles empedradas conforman un escenario que parece detenido en el tiempo. Sin embargo, reducir la riqueza monumental de la ciudad a su catedral sería quedarse a medias.

La capital gallega está llena de rincones sorprendentes que combinan historia, arte y leyenda. Uno de ellos se esconde muy cerca del centro histórico y guarda un secreto arquitectónico que lo convierte en un lugar muy singular.

Un templo distinto a todos

A escasos metros del centro histórico compostelano, a orillas del río Sar, se levanta una joya medieval que parece desafiar las leyes de la gravedad.

Se trata de la Colegiata de Santa María de Sar considerada, junto con la Catedral, una de las iglesias compostelanas que mejor conserva su esencia románica.

Pero su mayor singularidad, lejos de restarle belleza, radica en que sus muros y columnas presentan una inclinación. Esta característica, fruto de un terreno inestable y de una construcción tan ambiciosa como compleja, dio lugar a un templo que sorprende a todo visitante.

Se trata de la Colegiata de Santa María de Sar, construida en el siglo XII y considerada, junto con la Catedral, una de las iglesias compostelanas que mejor conserva su esencia románica.

El origen de sus muros torcidos ha generado hipótesis durante siglos. Algunos lo atribuyen a fallos en el cálculo inicial, otros a la osadía de elevar naves demasiado altas, y no falta quien señala la proximidad del río Sar y su terreno pantanoso como el culpable de los movimientos del edificio. Sea cual sea la razón, lo cierto es que esa inclinación se convirtió en el sello de identidad de la colegiata.

Para evitar su derrumbe, entre los siglos XVII y XVIII se levantaron robustos arbotantes exteriores, unos elementos arquitectónicos que, además de reforzar la estructura, hoy aportan un aire singular al conjunto.

Colegiata de Sar

Colegiata de SarTurismo de Santiago

En el interior, se aprecia con claridad la inclinación de las columnas hacia las naves laterales, un rasgo arquitectónico que refuerza la sensación de inestabilidad y que constituye uno de los elementos más llamativos para los visitantes.

La importancia histórica y arquitectónica de la Colegiata de Sar fue reconocida oficialmente en 1895, cuando se convirtió en el primer Monumento Nacional de Galicia. Más de un siglo después, en 2015, la Unesco reforzó ese reconocimiento al incluirla en la ampliación de los bienes asociados al Camino de Santiago, dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Otros tesoros de la Colegiata

La iglesia guarda también otro tesoro poco conocido: su claustro románico, el único que se conserva en toda la ciudad.

Aunque hoy solo queda una de sus alas originales, el resto fue reconstruido en los siglos XVII y XVIII, en él se exhibe una valiosa colección de piezas arqueológicas y litúrgicas que ayudan a entender la importancia histórica del lugar.

En su interior, la pila bautismal del siglo XII destaca como una de las piezas más relevantes, testigo de siglos de vida parroquial.

Pero sin duda, si algo define a este templo es la paradoja de su fragilidad; aquello que parecía un error terminó siendo su mayor virtud.

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