El molino de mareas más grande de Galicia
De moler pan a un baño de algas: así es el molino de mareas más grande de Galicia, que parece flotar en el agua
Estas instalaciones utilizaron la subida y la bajada del nivel del agua como fuerza motriz
Galicia es tierra de molinos. Estas construcciones han sido parte esencial de la vida cotidiana y del paisaje rural gallego. Los molinos de río, sobre todo aquellos destinados a la producción de harina de pan, fueron un recurso indispensable para abastecer a la población.
Sin embargo, además de estos, Galicia guarda un patrimonio mucho más singular: los molinos de mareas, ingeniosas obras hidráulicas que aprovecharon el movimiento natural del agua para producir harina.
Entre todos ellos, destaca uno que ha alcanzado fama por su tamaño, su historia y su peculiar belleza: está considerado el más grande de Galicia y uno de los mayores de toda España.
La fuerza del mar al servicio del pan
A diferencia de los molinos tradicionales que funcionaban gracias al caudal de los ríos, los molinos de mareas utilizaron la subida y la bajada del nivel del agua como fuerza motriz. Este fenómeno natural permitía accionar la maquinaria necesaria para triturar el grano y transformarlo en harina.
El auge de este tipo de instalaciones se produjo especialmente en los siglos XVIII y XIX, cuando la demanda de harina de maíz creció exponencialmente. La producción de los molinos fluviales resultaba insuficiente, y la solución fue apostar por una tecnología más ambiciosa.
El Pozo do Cachón parece flotar sobre el mar
Entre todos los que se construyeron en Galicia, destaca uno por estar considerado el más grande de la comunidad. Se trata del Pozo do Cachón, situado en la parroquia de San Juan de Serres, junto a la desembocadura del río Valdexeira.
Este molino se construyó en el primer cuarto del siglo XIX. Su ubicación estratégica, en la tranquila cala de Anido, no solo le permitió aprovechar la energía del agua, sino que también lo convirtió en un referente arquitectónico de la época.
El complejo impresiona todavía hoy por sus dimensiones: un dique de más de 230 metros de longitud retenía las aguas de la ría y del río para alimentar el molino, mientras que el edificio principal construido en piedra, supera los 22 metros de largo por 7 de ancho.
Durante décadas, este gigante de la molienda fue fundamental para abastecer de harina de maíz a la comarca. No en vano, su construcción respondió a la necesidad de suplir la escasez que dejaban los molinos convencionales.
Además de ser el molino de mareas más grande de Galicia, el Pozo do Cachón guarda una curiosidad que lo hace aún más especial. Cuando sube el nivel del agua, se produce un efecto óptico sorprendente, ya que da la sensación de que el edificio de piedra flota sobre el mar. Este fenómeno convierte cada pleamar en un espectáculo visual que fascina a quienes se acercan hasta allí.
De molino a baños de algas
La historia del Pozo do Cachón no se detiene en su función como molino. Con la llegada del siglo XX y el progresivo abandono de esta tecnología en favor de los molinos eléctricos, la edificación se reconvirtió en un espacio muy peculiar: una casa de baños de algas, conocida popularmente como Baños de Santa Rita. Se creía que las algas tenían propiedades terapéuticas para distintas dolencias, lo que atrajo a numerosos visitantes a la zona.
Tras esta última etapa, el edificio quedó abandonado y en ruinas, hasta que en la década de 1990 el Ayuntamiento de Muros decidió recuperarlo.
Se emprendió entonces una rehabilitación integral que incluyó tanto el propio molino como el puente de acceso y una zona recreativa con paseo marítimo. Desde entonces, el Pozo do Cachón se ha convertido en un centro cultural y etnográfico, donde se celebran actividades durante todo el año que permiten al visitante conocer la historia y la tradición de los molinos de mareas.
Hoy en día, el edificio combina su interés arquitectónico y artístico con un gran atractivo turístico. Desde sus inmediaciones, se puede disfrutar de espectaculares vistas de la ría de Muros-Noya y del casco histórico de Muros, considerado uno de los más bonitos de Galicia, lo que lo convierte en una visita ideal en cualquier época del año.
