Remedios Sánchez, más conocida como la 'mataviejas'
El verano de 2006 en el que 'la mataviejas' sembró el pánico en Barcelona y puso en jaque a los Mossos d'Esquadra
Remedios Sánchez, condenada a 144 años de cárcel por varios asesinatos de mujeres de avanzada edad, está siendo investigada por un crimen reciente en La Coruña que coincidió en el tiempo con un permiso penitenciario que disfrutó
De cara a la galería, Remedios Sánchez (Boimorto, 1957) llevaba una vida de lo más anodina como cocinera en un restaurante gallego de Barcelona y ejerciendo de madre de dos hijos, fruto de su primer matrimonio. Sin embargo, esta mujer aparentemente normal y trabajadora tenía una cara oscura: un problema de ludopatía y peor aún, una afición por estrangular a señoras de avanzada edad para después robarles y gastarse el dinero en el bingo y en máquinas tragaperras.
Sus comienzos delictivos comenzaron con pequeños robos a principios del año 2006, pero con el paso de los meses se hicieron más habituales. Por aquel entonces, Remedios Sánchez ya tenía importantes deudas económicas como consecuencia de su ludopatía. Los hechos no llamaron la especial atención de los Mossos d'Esquadra hasta que se produjo el primer asesinato. El 10 de junio de 2006, 'la mataviejas' usó un tapete de ganchillo alrededor del cuello para estrangular a Pepita, una anciana de 83 años en su casa del distrito de Nou Barris. La conocía con anterioridad porque consiguió entablar cierta amistad con la señora de avanzada edad, su modus operandi.
Tan solo pasaron unos días cuando 'La Reme', como así la conocen, volvió a intentarlo sin éxito con varias mujeres de edades similares. Fue el 28 de junio cuando se cobró una nueva víctima mortal, Adelaida, de 96 años. La golpeó y la asfixió hasta su muerte. El 1 de julio tuvo lugar el último de sus asesinatos antes de ser detenida. Nuevamente, estranguló a una señora de avanzada edad, María S.R. (76 años).
Detenida en un salón recreativo
Fue tal el pánico que sembró ese verano que los agentes llegaron a pedir a ese sector de la población que no abrieran la puerta a nadie. No tenían muchas pistas. Solo sabían que era una mujer de mediana edad, ni muy alta ni muy baja, y a la que describían como «normal».
Más de 300 Mossos d'Esquadra estuvieron buscando sin éxito a la asesina durante semanas hasta que la propia Remedios Sánchez cometió un error: pagar en un bingo con una tarjeta de una de las víctimas que no consiguió matar. Fue detenida en un salón recreativo. Curioso es que muchos de esos agentes habían degustado sus deliciosas tortillas porque el restaurante en el que trabajaba la asesina en serie se ubicaba próximo a la comisaría de la calle Balmes.
Condenada a 144 años y siete meses de prisión
La Audiencia de Barcelona en julio de 2008 la condenó a una pena de 144 años y 7 meses de prisión por el asesinato de tres ancianas, cinco delitos de asesinato en grado de tentativa, siete delitos de robo con violencia y uno de hurto. Consideraron que los delitos juzgados eran merecedores de «una gran repulsa social» porque «todas las víctimas eran ancianas, especialmente vulnerables, por las limitaciones físicas y psíquicas propias de su edad».
Puede que a este condena ahora se le sume un nuevo asesinato por el cual está siendo investigada. Se trata de C. G. V., una coruñesa de 91 años, que el pasado 3 de octubre, coincidiendo con el permiso penitenciario de la cárcel de Teixeiro del que disfrutó Sánchez, apareció su cuerpo sin vida. De primeras, pareció una muerte natural como consecuencia de una caída, pero después de una autopsia se descubrió que falleció por asfixia y fracturas costales.