Inmaculada Rodríguez: «Nuestro principal activo no es el dinero, es la confianza»

Al frente de esta singular entidad de capital riesgo gallega está la bióloga y empresaria orensana Inmaculada Rodríguez Cuervo, como directora general. «Invertimos en pequeñas empresas científicas y tecnológicas y tratamos de llevar los descubrimientos desde las universidades al mercado», explica en una entrevista en El Debate cuando le preguntamos por su desafío diario.

De la universidad a la empresa. Recorrer ese camino con éxito, de eso precisamente va el apasionante reto que tiene entre manos Unirisco desde hace un cuarto de siglo.

La más de 40 empresas creadas a lo largo de estos años respaldan a esta herramienta de inversión, en la que participan las tres universidades gallegas, que se acaba de presentar en la Casa de Galicia en Madrid. «El nuestro es un caso poco frecuente porque en el accionariado hay grandes empresas gallegas, pero están también las tres universidades: Vigo, Santiago y La Coruña», explica Inmaculada Rodríguez sobre este modelo mixto.

En definitiva, este vehículo de capital riesgo, público-privado funciona como un instrumento de valorización y transferencia de los frutos de la investigación y del conocimiento generados en la Universidad. Unirisco tiene actualmente 10 participadas, diez casos de éxito, que funcionan en el mercado gracias a que un buen día esta empresa de inversión se fijó en ellas.

La clave está siempre invertir en startups y spin-offs de base científica y tecnológica que diseñen productos y tecnologías disruptivas.

Una misión y un sueño

-¿Cuál es la misión principal de Unirisco?

La misión de Unirisco es ser capaces de llevar los descubrimientos que se realizan en las universidades y en los centros tecnológicos, -esos inventos, esas medicinas, esas soluciones tecnológicas-; ser capaces de llevarlas al mercado.

-Entre sus casos de éxito hay proyectos muy relevantes.

Estamos muy satisfechos de cumplir 25 años habiendo impulsado ya más de 40 empresas científicas y tecnológicas, que es algo difícil, porque suelen traer riesgos. Hemos tenido casos preciosos, como por ejemplo una solución para las cirugías de tumores cerebrales para sus pacientes. Tenemos otro caso que lleva el tema de posicionamiento y de orientación de los viajeros en los aeropuertos y en los hospitales. Y estamos también muy satisfechos con otro proyecto de robotización de cultivo de albahaca en interiores. Y luego, por último, también sentimos mucha satisfacción con otros proyectos en los que descubrimos fármacos para enfermedades raras que suelen estar muy abandonadas.

-Unirisco es la única empresa que tiene la peculiaridad de estar formada, participada digamos, por las tres universidades gallegas combinando capital privado y capital público.

Es un caso extraño por poco frecuente. Precisamente porque en nuestro accionariado están en las tres universidades gallegas: la Universidad de A Coruña, Vigo y Santiago de Compostela. El resto, participada por grandes empresas gallegas. Es una apuesta muy gallega por impulsar la voluntad de nuestros socios como Abanca, Inditex, Hijos de Rivera, Constructora San José...Todas grandes corporaciones que han querido acompañar la creación de estas nuevas empresas y generar un impacto positivo sobre sobre todos nosotros, lo cual es de agradecer.

-Es una empresa muy gallega con capital, como usted nos está diciendo, muy gallego; pero también es una entidad que traspasa fronteras y que busca nuevos inversores.

Nos interesa encontrar buenos proyectos y acompañar buenos proyectos en otras universidades también. Hoy día las empresas para ser competitivas y poder cumplir su función necesitan también grandes transformaciones digitales y tecnológicas, inventos que nosotros ayudamos a encontrar. También le diré que no tenemos que competir tanto como otros en las selvas, porque desgraciadamente hay pocas empresas que hagan lo que hacemos nosotros y que se dediquen a invertir en las fases tempranas.

-Entiendo que ir al proyecto en esa fase de semilla, apostar por ella y hacer de eso un caso de éxito y que sus socios confíen, tiene detrás muchas noches de desvelo.

Pues sí, pero la verdad es que para mí es un honor. Para mí, además, que tengo formación en biología y continuamente estoy viendo proyectos de ciencia, es algo que me apasiona absolutamente porque me pone la carne de gallina. A mí nada me puede frustrar más que pensar que hay un descubrimiento que puede ser útil para curar, para mejorar la calidad de vida de una persona o para mejorar cualquier aspecto de la agricultura y que, por falta de encontrar ese caminito, esa financiación, ese acompañamiento, se quede ahí y eso no llegue nunca a quien lo necesita.

Y fíjese, nuestro principal activo no es el dinero. Nuestro principal activo es la confianza de estos socios y de quien pone su empresa en nuestras manos para que le ayudemos. Y les estamos eternamente agradecidos.

-Usted a la cabeza, y todo su equipo, son una especie de bomberos, bomberos empresariales dicho de manera coloquial, que acompañan hasta el final en cada fuego.

Hasta el final. Todos los días hay sustos y todos los días hay también alegrías. Si estás comprometido, como es el caso de todo nuestro equipo, entonces sufrimos y disfrutamos con ellos. Cuando viene una buena noticia surgen clientes nuevos o se abre un mercado internacional nuevo nos llevamos un subidón. Pero también es verdad que como tenemos diez participadas ahora mismo, pues en algún momento, tenemos un incendio nuevo. Planificar nuestra agenda es bastante difícil porque nuestra prioridad absoluta es ese cuidado de la cartera que tenemos.

-Todos los proyectos que ustedes gestionan vienen de la universidad y tienen siempre base científica. Y eso es lo que ustedes valoran, por encima de todo, para convertirlos en un caso de éxito que reporte un beneficio a la sociedad. ¿Es así siempre?

Nuestras empresas son todas procedentes de universidades, centros tecnológicos y centros científicos. Todas tienen que tener unas patentes y unos descubrimientos muy, muy potentes y disruptivos, lo cual es una oportunidad de negocio grande, pero tenemos que comprobar que tienen un mercado. Y si hay mercado potencial, entonces ahí entramos nosotros. También coexistimos con ayudas públicas que también tienen unos requisitos muy fuertes. Digamos que somos muchos ojos mirando. Sabemos que lo que viene es muy robusto y muy serio. Eso nos permite que la tasa de éxito pueda ser mayor, y además hay que decir que tenemos unos grandes científicos tecnólogos en España, algo que es para estar muy orgullosos.

-Es usted una gran embajadora de un proyecto, también apasionante, que promueve la idea de que invertir en ciencia merece la pena, precisamente.

Sí, efectivamente. Nosotros de hace cuatro años comenzamos a crear unas jornadas que se celebran en Santiago de Compostela. El año que viene serán 11 y 12 de febrero en Santiago. Una cita donde nos juntamos todo el ecosistema inversor en ciencia con corporaciones, empresarios, e investigadores.

-Ya estamos terminando esta entrevista, pero antes de finalizar, me gustaría saber de qué se siente usted especialmente orgullosa de su paso por Unirisco hasta ahora.

Me siento muy orgullosa de poder mirar a los ojos a estas empresas participadas, a los fundadores, a los creadores y poder sentir ese cariño con el que nos miramos. Me enamoro, nos enamoramos, nos acompañamos...Cuando hay que ser duros, hay que ser duros. Pero admiro mucho a la gente que invierte, que pone todo su talento, que pone sus recursos económicos, que pone todo su esfuerzo, toda su pasión y que son absolutamente incansables. Tener esa complicidad, esa química y esa admiración que siento por ellos, es mi mayor orgullo.

-Y una última pregunta, que quizás es un poco más personal. ¿Cuál sería su sueño? ¿cuál sería su mayor satisfacción en su papel como directora general?

Sería tener el tamaño suficiente y tener suficiente dinero para que ningún proyecto, ningún invento, ningún medicamento, ni ninguna solución tecnológica que sea buena made in Spain, made in Galicia se quede en un cajón, sin poder llegar al paciente o sin poder llegar al mercado. Decir que tenemos el músculo y la capacidad de gestionar para poder ayudar a todo el mundo; y, además, ser como una plataforma, como un pulpo gallego con muchos brazos. Y que nos ayuden otras empresas inversoras y otras industrias para que realmente seamos como un puente, que es lo que tratamos de ser, entre la academia, la ciencia y la empresa.

La entrevista completa con Inmaculada Rodríguez se puede escuchar y visualizar en el vídeo que acompaña al texto.