Una serie de castaños en Mos (Pontevedra)
Dónde recoger castañas gratis en Galicia: las mejores rutas para disfrutar del otoño gallego
La recolección de castañas es una tradición arraigada en el rural gallego que se disfruta en familia o con amigos
El otoño es una de las estaciones más esperadas del año en Galicia, no solo por la belleza que ofrece, sino también por la posibilidad de aprovechar los recursos que brinda el monte gallego. Entre ellos, la castaña ocupa un lugar protagonista. Galicia lidera la producción nacional de este fruto, con miles de hectáreas de soutos, bosques de castaños, repartidos por toda la comunidad, especialmente en las provincias de Lugo y Orense.
La recolección de castañas, además de ser una tradición profundamente arraigada en el rural gallego, se ha convertido en una actividad popular para disfrutar en familia o con amigos. Muchos de estos bosques son de acceso libre, por lo que es posible realizar rutas de senderismo y recoger castañas de forma gratuita, siempre con respeto hacia el entorno. Estos son algunos de los lugares más emblemáticos de la comunidad gallega para disfrutar de esta práctica en plena naturaleza.
Ruta de castañas en La Coruña
En la provincia de La Coruña, el Parque Natural de las Fragas do Eume representa uno de los mejores ejemplos de bosque atlántico de ribera de toda Europa. Con más de 9.000 hectáreas de terreno, este espacio protegido acoge una enorme variedad de especies autóctonas entre las que destacan los robles, abedules y castaños. Sus senderos invitan a recorrerlos sin prisa, disfrutando del silencio.
Pico Sacro en Boqueijón (La Coruña)
También en tierras coruñesas, la comarca del Ulla se presenta como otro enclave para la recogida de castañas. Esta zona abarca municipios como La Estrada, Vedra, Teo o Boqueijón. En los alrededores del Pico Sacro y a lo largo de las rutas de la zona, los castaños se mezclan con robles y pinos, creando un paisaje otoñal perfecto para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y del patrimonio rural gallego.
Rutas por Pontevedra y Lugo
Siguiendo hacia el sur, en la provincia de Pontevedra, el Parque Natural de Cotorredondo-Castiñeiras ofrece una de las experiencias más completas para los amantes del otoño. Situado entre Marín y Vilaboa y estructurado alrededor del Lago de Castiñeiras, este paraje combina bosques de castaños con unas vistas privilegiadas sobre la ría. Su altitud, cercana a los 500 metros, y la tranquilidad del entorno lo convierten en uno de los lugares más recomendables para pasear y recolectar castañas en la provincia.
A pocos kilómetros, en Lalín, se encuentra la Fraga de Catasós, un pequeño bosque de apenas 4,5 hectáreas que guarda algunos de los castaños más altos de Europa. Reconocida por la FAO en 1954 y declarada Monumento Natural, esta fraga combina belleza natural y valor científico. Sus ejemplares, que superan los 30 metros de altura, son un símbolo del estrecho vínculo entre Galicia y el castaño, y uno de los lugares más especiales para disfrutar de la temporada de recolección.
En la provincia de Lugo, la Sierra del Courel destaca como una de las principales reservas genéticas de castaña gallega. Sus más de 21.000 hectáreas de bosques albergan robles, fresnos, tejos y, sobre todo, castaños. Rutas como las del Souto de Agüeira o la Devesa de Roqueira son ideales para descubrir la riqueza natural de este entorno, donde la recolección de castañas sigue formando parte de la vida local.
Saborear castañas en Orense
No muy lejos, entre las provincias de Lugo y Orense, la Ribeira Sacra ofrece otro paisaje en el que, entre viñedos y monasterios, se alzan algunos de los castaños más antiguos de Galicia.
Finalmente, en Orense, la provincia con mayor superficie dedicada al castaño, destacan dos comarcas emblemáticas: Terra de Trives y Valdeorras. En Trives se encuentra el Souto de Rozavales, donde crece el célebre castaño de Pumbariños, con más de un milenio de antigüedad.
Por su parte, Valdeorras, en el entorno del Parque Natural de Sierra da Enciña da Lastra, conserva bosques de castaños, encinas y alcornoques.
De norte a sur, Galicia ofrece una red de castaños y rutas que no solo permiten disfrutar de la recolección de castañas, sino también conocer el legado cultural y natural que ha acompañado a este fruto durante siglos.