El renovado Oslo, en la confluencia de las calles Marcial del Adalid y Pardo Bazán de La Coruña
El nuevo Oslo de La Coruña encarna la esencia de la taberna castiza
El establecimiento hostelero de la plaza de Vigo reabre sus puertas de la mano del empresario Yago Carreira, propietario de Bocatín
Las nuevas generaciones de la plaza de Vigo de La Coruña no vivieron los años dorados de la hostelería más castiza de la ciudad. Nunca probaron los callos de Ángel Aba en Gasógeno, los más famosos del noroeste, ni se sentaron a tomar un café en Marabú. Tampoco se maravillaron con la decoración taurina del emblemático mesón El Toro, por donde pasaron figuras del fútbol de la talla de Butragueño o Navarro. Ni estuvieron en Venus ni en Marte. Mucho menos conocieron el Bob Dylan ni Agarimo, donde solía reunirse la gente de bien.
Con el paso de los años, la zona ha sabido reinventarse con empresarios que buscan crear su propia historia. Locales como La Chula, Puerto Carmela, Monty, Entre 2 o Central Park florecen con propuestas que atraen a un público renovado. Sin embargo, en medio de esta ola de modernidad, hay un fuerte sentimiento de nostalgia por aquellos lugares que marcaron una época. Algunos anhelan recuperar la esencia de sus mejores vivencias en los bares clásicos. Es este espíritu el que impulsa al empresario Yago Carreira, que ha reabierto la cafetería Oslo.
Abrió sus puertas por vez primera en 1971 y estuvo dando guerra durante casi cuatro décadas con Guillermo Blanco Areán al frente. La renovación íntegra del edificio que albergaba el bajo, el número nueve, obligó al empresario a echar el cierre. Con esa excusa, el veterano aprovechó para jubilarse y dejar paso a las nuevas generaciones. Aunque bajo el mismo nombre, Carreira tiene un enfoque muy distinto para esta antigua cafetería.
Su idea es convertir este local en una taberna castiza de referencia en la zona, ofreciendo cocina tradicional de calidad con horario ininterrumpido desde el mediodía hasta la medianoche. El cerdo ibérico, la presa o solomillo, procedentes de Guijuelo, las conservas de Barbate y de Cádiz y la ensaladilla serán sus especialidades. También los guisos y los huevos rotos.
La otra taberna castiza
La apertura de Oslo completa a este clásico edificio casi centenario del número nueve de la calle Marcial del Adalid, que recientemente fue reformado por la promotora Amma para lucir en todo su esplendor. En su momento, perteneció al arquitecto Antonio Tenreiro, autor de proyectos icónicos como el inmueble del Banco Pastor de la ciudad herculina.
Yago Carreira tendrá muy pronto competencia en esa misma calle con la reapertura de Casa Pilar. Bajo el nombre de La Comercial, Jorge Otero, dueño de La Chula y Casa Ponte, y su socio Daniel Campelo pondrán a funcionar de nuevo el negocio, convirtiéndolo en una taberna castiza.
