Uno de los platos más representativos de Galicia
Descubre los secretos del plato que reina en el invierno gallego: un manjar nacido en las aldeas
Esta receta tradicional un recordatorio de la Galicia rural t de la economía del aprovechamiento
La cocina gallega es, ante todo, una expresión del territorio: productos del mar y del campo, tradición transmitida entre generaciones y un profundo respeto por la estacionalidad. Desde los pescados y mariscos que han dado fama internacional a la comunidad hasta los platos de cuchara que reconfortan en los meses fríos, Galicia ha construido una identidad culinaria ligada a la autenticidad.
Mucho más que un plato invernal
Con la llegada del invierno, Galicia entra de lleno en la «temporada de cocido». Entre enero y marzo, aunque cada vez más se disfruta como una receta atemporal por su arraigo en la gastronomía gallega, este plato se convierte en el protagonista indiscutible de restaurantes, hogares y ferias culinarias. Su esencia combina tradición, abundancia y un respeto casi ceremonial por la materia prima.
El cocido gallego es, en realidad, un reflejo de la historia de las aldeas. Su origen se encuentra en las antiguas matanzas del cerdo, una fecha señalada en el calendario rural que permitía abastecer las despensas familiares para todo el año. De ahí la presencia de lacón, oreja, costilla o chorizo, que se suman a otros componentes como la ternera, el pollo, las patatas, los garbanzos y los emblemáticos grelos o nabizas.
Cada cocido es un mundo. Varía ligeramente según la zona o incluso según cada casa, pero mantiene una estructura común: abundancia, calidez y una elaboración lenta que prioriza tiempos largos. Es un plato que se suele disfrutar sin prisas y en compañía.
En Galicia, durante los meses fríos, numerosos establecimientos hoteleros lo incorporan a su carta como plato estrella, convirtiéndose en destino de peregrinación para quienes buscan la versión más auténtica.
Restaurantes tanto del interior como los de la costa lo preparan siguiendo métodos tradicionales, seleccionando productos locales y respetando la combinación de carnes, verduras y legumbres. La demanda es tal que algunos locales solo lo ofrecen por encargo o los fines de semana, garantizando así una experiencia cuidada de principio a fin.
Lalín: la capital indiscutible del cocido
Pero si hay un lugar donde el cocido alcanza categoría de emblema, ese es Lalín, municipio pontevedrés que ha convertido este plato en un icono cultural. Allí se celebra cada año la Festa do Cocido (la Fiesta del Cocido), una cita multitudinaria y de referencia en toda España.
Con 57 ediciones celebradas, la feria está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional, y cada febrero congrega a vecinos, visitantes y personalidades del ámbito cultural, mediático y diplomático. Figuras como Álvaro Cunqueiro, María Teresa Campos, Karlos Arguiñano, Carlos Alsina o Eduardo Punset han sido pregoneros a lo largo de su historia.
El cocido gallego es tradición, historia y celebración. Su olor en las cocinas anuncia al invierno en Galicia. Ya sea disfrutándolo en una casa familiar, en un restaurante o asistiendo a la fiesta de Lalín, el cocido gallego sigue siendo el rey indiscutible de los meses fríos y uno de los grandes embajadores culinarios de Galicia.