El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy
La lección de Rajoy para hacer frente a los extremismos: «La democracia no es solo votar»
En la presentación de su libro El arte de gobernar, Rajoy lanzó varios avisos sobre populismo, extremismo y calidad democrática
El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido en la importancia de «elegir bien» los tiempos en política y ha subrayado que «saber esperar es muy importante». Durante la presentación de su libro El arte de gobernar en Santiago de Compostela, ha expresado su «preocupación» por el aumento de «populismos» y «extremismos», advirtiendo de que «a un extremista no se le puede oponer otro extremista» porque podría causar «un daño incalculable para la democracia». Asimismo, ha defendido que «no se puede confundir democracia con votar» y ha reclamado respeto a la separación de poderes y a la independencia judicial.
En su intervención, el expresidente ha abordado también la inmigración, reivindicando su tratamiento con «mucho cuidado» y rechazando tanto «papeles para todos» como una expulsión generalizada. Rajoy ha afirmado que el tema se ha convertido en «munición electoral para los populistas» y ha abogado por una inmigración «ordenada y legal». Ante un auditorio lleno en el Hotel Monumento San Francisco, ha compartido reflexiones dirigidas a los jóvenes, como «no desdeñar» la experiencia y evitar tomar decisiones «bajo presión política y mediática».
Rajoy ha dejado múltiples recomendaciones sobre el comportamiento en política, advirtiendo contra el «enfado», señalando que un Parlamento «no es el bar» y que existe «un problema de guardarropía». Ha insistido también en que «no mientas. Si no es posible decir la verdad, cállate», frase que provocó las risas del público. En su repaso personal y con humor, ha recordado momentos de su trayectoria en Santiago y Pontevedra, y ha mencionado su participación en el vídeo de Navidad del PPdeG.
El expresidente ha cargado contra «el gobierno Frankenstein», al que reprocha «cargarse los consensos», y ha defendido el papel de la Corona, afirmando que Juan Carlos I ha sido «injustamente tratado» y que con Felipe VI los españoles pueden estar «tranquilos». Además, ha alertado de la «degradación de la palabra», de los riesgos de cuestionar la independencia judicial y del impacto de las redes sociales en la difusión de «mensajes extremistas y radicales», reclamando que, igual que el mundo analógico, estas plataformas también «necesitan una regulación».